Poco se sabe de los negocios que los altos funcionarios hicieron durante la pandemia con el dinero de las “ayudas” sociales que implementó el gobierno de Giammattei. Hubo rumores de que algunos empresarios maquileros o dueños de grandes negocios, se aprovecharon del momento, pero ya no se supo qué fin tuvieron las investigaciones sobre empresas que agregaron nombres en la planilla.

El programa de subsidio para pagar las facturas de electricidad tuvo como fin evitar el colapso de las empresas de energía. Se temía que los usuarios no pagaran los consumos debido al encierro decretado durante varios meses. Pocos se enteraron de los millones que asignó el gobierno al CHN para otorgar préstamos fiduciarios destinados al comercios y los servicios. La mayor parte de esos créditos fueron a parar a manos de los diputados, sus familiares, amigos o a las empresas de éstos. El plazo fue de tres años con vencimiento en 2023.

📷 Moisés Castillo

El gobierno endeudó a todos los ciudadanos guatemaltecos para prestarle el dinero a los funcionarios al 4% anual. Varios de ellos hasta montaron su negocio de prestamistas independientes obteniendo ganancia inmediata. Otros se lo gastaron en lujos y hasta hubo quienes, al no tener una base de ingresos, se hicieron los desentendidos y no pagaron. Esos créditos están siendo renovados con mucha celeridad. No hay que olvidar que los funcionarios dejarán sus cargos y el dinerito les servirá para paliar sus necesidades durante unos meses.

Es tanto el escándalo detrás de estos préstamos, que los diputados golpistas hasta intentaron pasar una ley que prohibiera dar información sobre quiénes fueron los beneficiarios. Pero el tema no queda allí. Los bancos se han dedicado a hacerle la vida imposible a los emprendedores o empresarios que poseen capacidad de pago pero no tienen el cuello que tuvieron los del partido de gobierno y sus aliados para que les aprobaran de inmediato los créditos.

Varias personas me comentaron que, tan solo unos días después de publicar la información, el CHN ya tenía lleno el cupo y los dejaron sin fondos o no les aprobaron los créditos luego de un largo proceso. La prioridad para el gobierno era pagar la deuda política. El pueblo siempre quedó en segundo plano.

Los bancos están cada vez más temerosos por la situación política. El pretexto para retener el dinero es el cambio de gobierno. De ajuste, la Corte de Constitucionalidad (CC) continúa con las inconsistencias en sus resoluciones. La estrategia para llegar al 14 de enero parece ser “una de cal y una de arena”. Lo cierto es que la economía se encuentra en un impase por razones puramente circunstanciales.

📷 Moisés Castillo

La pandemia sirvió para desfalcar al Estado repetidamente. Se observó en la compra de insumos, mascarillas, vacunas y hasta hospitales completos. Los diputados del partido Vamos  y sus arrastrados se beneficiaron por uno y otro lado. No olvidemos las comisiones que mes a mes les proporcionaban. Seguramente, la noche de año nuevo será de despilfarro. Un diputado se jactaba en una fiesta de ganarse miles por solo levantar la mano.

Esta semana nos hemos enterado de la danza de millones en transferencias presupuestarias que se desviaron de varios ministerios y están sirviendo para rellenar los baches en las carreteras. Los ministros que han sido más leales recibieron mucho más.

Pronto dejarán el poder, pero la ambición es tan grande que no les importa dejar el reguero de huellas de sus transacciones mafiosas. Un MP eficiente, no debería de tener mucho trabajo descubriendo lo que -a todas luces- es el saqueo más grande en la historia de este sufrido país.