Está visto que el Pacto de Corruptos no se detiene. La CC ha comenzado una campaña por inmiscuirse en cuanto asunto no les compete como, por ejemplo, darle la razón a la hija de Sandra Torres para que solita se quede gobernando su partido, asista a todas las comisiones y actúe como jefe de bloque parlamentario. Nadia De León no es más que la copia barata de su madre. Al tener solo un integrante, le deberían de reducir las comisiones. Recientemente, las actuaciones de la “Corte Celestial” se están saltando una barda cada vez más alta y no se miden para emitir resoluciones violatorias a la Constitución que rayan en abuso de autoridad, pero, ¿Quién les pone freno?

Por su parte, la fiscal general Porras hace lo suyo, desechando a diestra y siniestra cuanto caso le llega en contra de sus favorecidos como lo son Alejandra Carrillo, esposa de Felipe Alejos, a quien han protegido, a capa y espada, desde la CSJ. Son muchos los favores que les deben a los diputados de la alianza golpistas, empezando por la elección de Dina Ochoa quién es la pastora más encumbrada de la iglesia de Cash Luna. Solo en un país retrógrado se puede tener una magistrada con esas cualidades que están al servicio de intereses religiosos. Los lavadores de dinero y vendedores de cielos falsos andan sueltos por todos lados. Han cooptado las organizaciones de la sociedad civil. Se han apoderado de los procesos de elección para gobernadores, impulsados por gente como Allan Rodríguez en Sololá, Sofía Hernández en Huehuetenango o Boris España en Chiquimula. 🪳

Aunque el gobierno de Arévalo intenta abordar con legalidad los temas de corrupción, la alianza golpista les está sacando ventaja. Tienen en sus manos la potestad de desechar casos, esconder pruebas, darles prioridad a los casos en contra de Semilla y sus integrantes, pisotear la constitución las veces que se les dé la gana, en tanto, se elige una nueva Corte Suprema de Justicia que será otro trago amargo, puesto que ya se manejan sumas y la información de reuniones secretas entre fiscales del MP y los posibles candidatos. Ni hablar de que las Comisiones de Postulación son integradas por los decanos de las facultades de Derecho de todas las universidades, incluyendo la nacional que está plagada de impresentables a quienes ya se les venció su período y continúan usurpando funciones. Ya deberían de estar los abogados que apoyan al gobierno, presentando querellas en contra de los decanos y rectores de esas casas de estudio que son un nido de sabandijas vendepatrias.

En un intento por comprender el tortuguismo del gobierno en cuanto a prever acontecimientos, adelantar acciones y nombrar a las personas idóneas para que se haga un trabajo más expedito y con mejores resultados, he señalado que es muy pronto para obtener resultados, sin embargo, “para luego es tarde” decía mi padre que era muy acelerado. En esta batalla no cuentan los permisos, la condescendencia ni la ambigüedad. El equipo legal debe de actuar de inmediato presentando solicitudes de antejuicio, querellas en contra de quienes van a ser electores de los magistrados de la CSJ y querellas en contra de todo funcionario que tenga culpas que redimir ante la ley.

Al toro se le agarra por los cuernos o el toro te coge, dicho literalmente. Ha iniciado un movimiento para revertir el mandato del gobierno de Bernardo Arévalo. Las fuerzas del mal están asustadas, pero hay que asustarlas más, sacando lo trapitos al sol, como el caso que -de resultar cierto- se cierne sobre la presidencia del Congreso al haberse encontrado, supuestamente, una caleta con dinero que se guardaba en un compartimiento oculto. Quien lo dejó, no tuvo tiempo de sacarlo. Todo esto debe de ser aprovechado para que la población lo conozca y produzca indignación.

La elección del Colegio de Abogados y Notarios, la renovación de los decanos de derecho, los contubernios para meter magistrados afines a la alianza golpista sumados a la elección viciada de gobernadores deben de ser evidenciados, transparentados y negociados para que nos representen personas con honestidad. Señores, es tiempo de ponerse las pilas. Ya no más complacencias para la oposición.