SIN TAPUJOS (EXPRÉS)

 

«Las personas más sabias que conozco no son de dar consejos, dan ejemplo».

Anónimo

El título de este artículo, obedece al relajo que se armó la semana pasada en el Hemiciclo Parlamentario, -que más parece un circo o ring para encuentros de boxeo- pues el diputado del partido VOS, Orlando Blanco, aunque lo niega rotundamente, se supone que subió a las redes sociales un video en donde la diputada y expresidente del Congreso, Shirley Rivera, fue filmada por su indumentaria y se escuchaba “mirá la piñata”. Hubo diferentes intervenciones de apoyo de parte de las diputadas, aduciendo que también han sido víctimas de cómo algunos legisladores se expresan de ellas.

No puedo señalar a ciencia cierta si fue el diputado Blanco quien subió el video, porque no me consta ya que no se escucha bien la voz del parlante, y sí considero que fue una mala acción, porque nadie debe ser sujeto de burlas que dañen su dignidad, pero también históricamente en el Congreso ha habido diputados que han sido víctimas de las arbitrariedades y malos tratos de parte de algunas diputadas, sino recordemos cuando Zury Ríos estaba presidiendo una sesión, y el diputado Alfonso Bauer Paiz, de grata recordación, le pidió varias veces la palabra, y ella se hizo la desentendida y nunca se la dio, esto también es un abuso y burla hacia la honra de un legislador.

Cuando Shirley Rivera fue presidente del Congreso durante dos períodos, consintió los insultos y sarcasmos que le hacían al exdiputado Aldo Dávila, sin que ella llamara la atención a los que propiciaban los agravios. Ella se buscó y ganó el desprestigio del que ahora goza porque en varias oportunidades se aprovechó de su cargo y condición de mujer para cometer arbitrariedades.

No sería raro que Rivera se esté aprovechando y usando como una cortina de humo lo que le sucedió, porque a ella se le tiene que juzgar por todos los negocios anómalos y la piñatización que se realizó en su gestión y en la de Allan Rodríguez.

Otro que bien baila es el diputado más conocido como Tres Kiebres, quien ha tomado el Congreso como que fuera un ring de boxeo, pues en el mes que lleva, ha retado a las trompadas a dos diputados. Este señor tiene que respetar a la población y tiene que conducirse con la seriedad que el cargo le exige.

Urge que la función de los diputados se dignifique, no puede seguir siendo un circo en donde cada quien hace y dice lo que se le da la gana, y recuerden diputados que tampoco es un ring.