El Gobierno de Álvaro Arzú que firmó la paz, no cumplió con los Acuerdos, porque inmediatamente entró en contradicción con la Agenda de la Paz. No se produjeron los cambios esperados por la sociedad guatemalteca y los acuerdos fueron sometidos a un proceso de desgaste y destrucción. Con excepciones, las sucesivas administraciones tampoco los cumplieron, y el Gobierno de Giammattei, terminó de eliminar las pocas instituciones que quedaban de ese proceso democrático.

Mientras que los Acuerdos indicaban que era necesario el fortalecimiento del Estado, para que fuera el rector de la economía, del progreso y desarrollo; Arzú implementaba el neoliberalismo. Se aplicó el Consenso de Washington y las Políticas de Ajuste Estructural, impuestas por el Banco Mundial, BM, y el fondo Monetario Internacional, FMI. Estos exigían reducir el tamaño del Estado y sus funciones, para que fueran las leyes del mercado quienes determinaran el desarrollo económico. Los Acuerdos, fueron considerados por diferentes organismos de la Comunidad Internacional, como un “modelo de desarrollo para Guatemala”. Que permitiría al país, superar los problemas estructurales que viene arrastrando desde la Colonia, la formación de la República y la creación de su Estado, sobre todo, fue una oportunidad irrepetible para salir del subdesarrollo.

La derecha recalcitrante que siempre ha gobernado el país, consideró que los Acuerdos, fueron una imposición desde el extranjero, como una “intervención en los asuntos internos del país”. El principal propósito del gobierno, no fue consolidar la democracia, y su intención fue de regresar al Estado autoritario de siempre, y deslegitimar los Derechos Humanos. Estos sectores conservadores, argumentaron y siguen sosteniendo, que esos derechos fueron creados “para defender a los delincuentes” y que “por culpa de esos derechos”, ya no existía orden ni seguridad en el país, refiriéndose a la mano libre que tuvieron para asesinar a cualquier opositor del régimen. Los acuerdos le amarraron las manos a los asesinos, que imponían “su” justicia por medio de la violencia organizada desde el propio Estado.

Los Acuerdos, fueron el punto de partida para sentar las bases de solución a la problemática que dio origen al conflicto armado, y dejar sentado un esquema básico del proyecto de Nación. Desde el punto de vista del Derecho internacional, el término Paz es un convenio o tratado que pone fin a la guerra.  Pero la paz no se logra solo con firmarla o hacer silenciar las armas. No es sólo la ausencia de conflicto armado; comprende también eliminar las causas que dan origen a los conflictos, y lograr el bienestar, el desarrollo y el progreso para la sociedad. La consolidación de la paz se consigue solo a través de fomentar el desarrollo económico, la justicia, el bienestar social y la protección de los derechos humanos, la buena gestión pública, e impulsar el proceso democrático.

Los Acuerdos fueron sometidos a un proceso de desgaste político, porque la oligarquía y los sectores del poder económico, los consideraron una amenaza a su propia existencia, considerando que desmontaba el sistema con el que construyeron su poder económico y político, y con el que gobernaron el país desde la Colonia. La institucionalidad creada para impulsar los acuerdos, fue debilitada y los últimos tres gobiernos las eliminaron en sus agendas y del presupuesto nacional.

Se debe indicar que el gobierno de Arzú, recibió gran cantidad de recursos económicos de la Comunidad Internacional y sus organismos representativos, para financiar la puesta en marcha de políticas en el cumplimiento de los acuerdos. Después de la Consulta Popular de 1999, las autoridades, gubernamentales, ejército y otras instituciones le indicaban a la población que los guatemaltecos no apoyaban los Acuerdos de Paz, porque habían dicho NO en la Consulta. Sin embargo, la Consulta fue solamente para aprobar las reformas a la Constitución, no para desaprobar los acuerdos, que ya eran compromisos de Estado.

Así como los poderes económicos, oligárquicos y conservadores, destruyeron los diez años de la democracia creada por la revolución de 1944, también estuvieron en contra de la negociación para encontrar una salida al Conflicto Armado, en contra de los Acuerdos de Paz, en contra de la reducción de su ejército y en contra de todo el bienestar que le han negado al pueblo de Guatemala.  La firma de la Paz, fue convertida únicamente en una celebración oficial protocolaria sin mayor contenido, y todo se ha reducido a cambiar la Rosa de la Paz cada 29 de diciembre en el patio del Palacio Nacional, ante personalidades y diplomáticos invitados.