Para gobernar se necesita formación, capacidad y experiencia en la administración del Estado. Conocimiento de las necesidades inmediatas y de largo plazo de la población. Impulsar leyes que conduzcan a la estabilidad de la economía, en los aspectos de la producción, del uso y la tenencia de la tierra y del comercio exterior. Promover políticas de seguridad en beneficio de la población. Establecer buenas relaciones exteriores, con países hermanos vecinos con los cuales se comparte la historia. Con socios financieros y cuidar las alianzas estratégicas donde el país ha suscrito muchos acuerdos políticos, entre otra cosas.

El presidente Arévalo sostuvo una reunión con el canciller alemán Olaf Scholz durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, febrero 2024.

Para todo ello se necesita prudencia, iniciativa, y audacia, de todas las autoridades, para impulsar las políticas encaminadas a lograr metas, propósitos y objetivos de los programas de gobierno. Todo ello, teniendo tacto político, es decir, hacer las cosas bien y en el momento preciso. Las políticas públicas tienen que ver con el acceso de la población a bienes y servicios. Se establecen reglas y acciones que tienen como objetivo resolver y dar respuestas a la multiplicidad de necesidades, intereses, ubicación geográfica y movilidad, de las personas que integran una sociedad.

Una de las claves para que las políticas de gobierno sean exitosas, consiste en la participación de la población en la solución de sus problemas. Por tal razón, los gobernantes deben establecer alianzas con las organizaciones sociales, locales, regionales y nacionales, tratando de involucrar a todos los sectores, para que cada uno manifieste su postura y en el momento dado puedan aportar a la propuesta, ya que cuando se implementan esas políticas, todos serán  afectados en su beneficio. La Política Pública, busca que la gente se involucre, para que haga suyo el proyecto.

El impulso de la misma seguridad en las comunidades, es efectiva o no, en la medida que la población se involucre apoyando a las fuerzas de seguridad. Convirtiéndose en su “base social” y estableciendo relaciones de respeto y confianza. Esto en la actividad  de brindar información de su entorno a los agentes de seguridad, en brindar determinados apoyos logísticos que de otro modo no se lograrían, en extender la red de organización a todos los lugares donde los agentes necesiten accionar contra todo tipo de amenazas. Estas consisten en el combate a la delincuencia común, extorsiones, contrabando, narcoactividad, y otros. La población es la que mejor conoce su entorno, las personas, la actividad económica y todo tipo de ilegalidades. En otras palabras considerar a las fuerzas de seguridad como suyas, que le proporcionarán un servicio para su bienestar, y no el agente represor del pasado, que lejos de ganar su confianza y respeto, se veía con temor, y como la imagen de la represión.

Muchos funcionarios contando con la preparación suficiente, las posibilidades necesarias y los recursos necesarios, fallan en sus intentos porque pasan por alto el momento oportuno para impulsar las políticas públicas.  Los gobernantes deben considerar que sus planes deben estar en consonancia a las necesidades de los gobernados. Todo tiene su momento político para impulsar actividades gubernamentales exitosas.  El reciente viaje del presidente Arévalo, a pesar del respaldo internacional logrado, no es el mejor momento, cuando no se ha consolidado su gobierno. No, en tanto se mantengan los ataques políticos del pacto de corruptos aún vigente, que representan una  oposición bien organizada y con recursos, para desestabilizar su administración. Se considera que no fue una decisión de buen tacto político, donde cualquier cosa puede suceder y que se estaría dando armas a los opositores para orquestar cualquier maniobra política. Sobre todo, dejando a cargo del gobierno a personas sin experiencia política, donde se podría generar un vacío de poder.

Qué garantía se tiene que a un mes de gobierno, en medio de disputas presentes y pasadas en los organismos e instituciones del Estado, se expongan flancos débiles. El gobierno ha establecido alianzas, que parecen estar “pegadas con chicle”, que con cualquier cambio político que se manifieste en la correlación de fuerzas, esas alianzas saltarán hechas pedazos. Lo alcanzado en las urnas por la población, no se puede echar en saco roto, porque esas expresiones ciudadanas, fueron motivadas tratando de alcanzar la democracia.