Sin duda usted ha tenido conversaciones con personas que afirman, que no votarán en las próximas elecciones y le dan una lista de razones.  Razones que tienen fundamento, ya lo he dicho en artículos anteriores que los políticos han socavado la confianza ciudadana, sin embargo, a pesar eso es imperativo salir a votar tanto en la primera vuelta como en la segunda que seguramente habrá. Comparto algunos puntos de este artículo que me pareció muy atinado para comprender por qué debemos votar.

Fotografía de Cristina Chiquín

Las elecciones tienen consecuencias. Cada voto importa. Tiene el poder de tomar decisiones clave sobre la calidad de vida que desea para usted, su familia y su comunidad. Votar es su oportunidad de defender los temas que le interesan, como la vivienda asequible, la salud, la justicia económica, seguridad, la protección del medio ambiente, la educación de calidad, etcétera. Pero para esto debemos escuchar los planes de trabajo de los candidatos con sentido común, eso nos permitirá comprender la viabilidad de la propuesta, porque hay que reconocer que algunos presentan planes que no tienen sustento financiero, ni sustento técnico pero el político lo dice sólo para ganar votos. No votar es dejar que los asuntos importantes de país, sean definidos por un grupo limitado de votantes, lo que hace que un solo voto sea aún más significativo estadísticamente.

Es nuestro derecho. No votar es renunciar a la voz que tenemos para hacernos escuchar. Si vemos la historia de Guatemala los derechos cívicos y sociales son relativamente recientes, puesto que somos fruto de la colonia española, en donde las decisiones eran tomadas desde España, posteriormente sólo por unos cuantos criollos, ya en pleno siglo XIX aún no era un derecho de todo ciudadano votar. Luego de tantas luchas, sociales y de reivindicación de derechos ahora todo guatemalteco al llegar a la mayoría de edad tiene ese derecho, entonces no votar es como una forma de no valorar lo que se ha logrado con sangre de mártires.

Es nuestro dinero. Según el decreto 54-2022 del Congreso de la República, el presupuesto para el TSE, del presente año es de Q701 millones 520 mil quetzales. Específicamente para el proceso electoral se asignó 500 millones de quetzales, este es dinero de nuestros impuestos, todos estamos pagando este proceso. Es demasiado dinero como para simplemente decir “no me interesa”, sí le tiene que importar y es nuestra responsabilidad ver que este dinero realmente sirva para lo que es. Si no forma parte activa de vigilancia del proceso, pues no debe renunciar a su deber de votar porque este proceso ya está pagado por usted.

Votar es una oportunidad de cambio. Es bien fácil decir aquí ya está todo perdido y cada gobierno resulta peor que el anterior, pero cómo podemos cambiar las cosas si la no participación es aceptación de lo establecido.  Si usted desea cambiar lo establecido conozca a los candidatos y sus planes, decida por quién votar y salgamos a votar, es quizá un poco frustrante votar por alguien que luego no cumple con su promesa, pero sería peor no hacerlo porque cada ciudadano debe comprender que con su voto o sin su voto siempre habrá un nuevo gobierno. Quizá estas elecciones sean nuestra oportunidad de cambio.

Usted como yo, tenemos un compromiso mayor, porque sabemos que es importante la alternabilidad de los gobernantes, así como del fortalecimiento de nuestra democracia, nuestras conversaciones deben orientar a aquellos menos informados sobre este proceso. Marquemos la diferencia en estas elecciones, únase motivando a sus familiares y amigos para que vayamos a votar.

*Este artículo está basado en una publicación de la organización Altamed, votos latinos en Los Ángeles, 2022.