Amparos van, amparos vienen y en las Cortes se detienen. Así vemos los guatemaltecos una trifulca electoral que parece no tener fin. Estamos hartos del manoseo legal que pretenden realizar.

Por una parte, un grupo de guatemaltecos inconformes con las dos opciones finalistas pretenden que se repitan las elecciones. No entienden razones ni escuchan argumentos. Algunos de ellos albergan en su interior el deseo de que se termine de ejecutar un golpe que el oficialismo siempre contempló como opción final. Ellos, ignorantes o no, les hacen el juego a los corruptos.

Los seguidores de ambos candidatos -por obvias razones- esperan que las elecciones sigan su curso. Del resultado dependen una serie de argucias que seguirán promoviendo desde el Ministerio Público en contubernio con el juez Orellana y otros actores que siguen las directrices del Ejecutivo.

Bernardo Arévalo durante su gira por el altiplano guatemalteco

El candidato presidencial del Movimiento Semilla se dirige a sus simpatizantes en el parque La Unión en Totonicapán. 📷 Carlos Alonzo

La condición para cesar los ataques en contra de la Semilla de la discordia es que Sandra gane; así, los oficialistas dormirán tranquilos a sabiendas de que sus fechorías estarán cubiertas por el manto de la impunidad. En cambio, si el resultado les es desfavorable en las urnas, el pánico cundirá con más fuerza entre las filas de VAMOS y partidos adláteres.

Pero, no es solo la elección presidencial la que les preocupa. Resulta que quieren cancelar el partido Semilla para que sus diputados, electos por voto soberano del pueblo, no puedan representarnos en las mismas condiciones que otros partidos. Creen que cancelando el partido pueden, incluso, evitar que los diputados tomen posesión. Es decir, lo que buscan es paralizar a los representantes del pueblo para que no tengan margen de realizar su labor de manera eficiente. Quienes votaron por estos diputados se quedarían sin representantes, lo cual es claramente un atentado a la democracia.

Las huestes al servicio del oficialismo no descansarán. Se necesita de una acción más enérgica por parte del Movimiento Semilla, sin embargo, todas las acciones estarán sujetas al criterio de fiscales, jueces y magistrados, cuya capacidad de raciocinio y análisis coyuntural debería de ser el que se incline en favor de la democracia para no defraudar la voluntad ciudadana, pero ese no es más que un deseo y vale lo mismo que una carta a Santa Claus.

En este preciso instante, el mandadero Curruchiche está allanando las oficinas del TSE en claro desacato a lo resuelto por la Corte de Constitucionalidad. Han iniciado con la criminalización del Registrador de Ciudadanos. Hoy persiguen a la subdirectora del mismo. Se han llevado papelería sensible que puede servir de prueba en juicios posteriores. Toman declaraciones anticipadas y falsean los hechos para hacer creer al ciudadano que no conoce del tema, que se han cometido delitos aún no comprobados.

Todo este aspaviento no tiene otra explicación más que el terror de los delincuentes a ser perseguidos por sus innumerables crímenes. No les han valido las advertencias de toda la comunidad internacional, catalogando como intervención extranjera cualquier manifestación de preocupación de las entidades que existen para garantizar la democracia del hemisferio.

Están cavando su tumba, pero aún no lo saben. El disparo vendrá del norte, cuando ya sea tarde para la estabilidad social y política del país. Hasta ahora, los guatemaltecos nos hemos quedado petrificados esperando una reacción de algún sector con poder para frenar el ataque a la democracia. De los empresarios organizados no podemos esperar nada; ellos han sido cómplices. Las Cortes empiezan a tomar conciencia y son un bastión importante para preservar la institucionalidad. Para el pueblo, el último recurso es volcarse a las calles y sacar a los corruptos, porque ha comprendido que sus designados lo han traicionado.

Cientos de personas protestan frente a la sede central de Ministerio Público (MP) manifestando su rechazo a las acciones legales que el ente investigador a emprendido en contra del partido Semilla. 📷 Carlos Alonzo

La tiranía nunca ha sido el camino correcto. Siempre, el tirano es expulsado del poder. Más tarde o más temprano, el sol saldrá y la semilla de la discordia germinará porque nuestro suelo es fértil y bondadoso. Guatemala florecerá como su eterna primavera.