La Policía Nacional (PN) funcionó ininterrumpidamente a partir de su creación en 1881, hasta 1997 cuando se produce su transformación en Policía Nacional Civil (PNC), este cambio se realizó para llevar a cabo uno de los compromisos establecidos en el acuerdo de fortalecimiento del poder civil y función del ejército en una sociedad democrática.

El papel de la primera durante los años de terrorismo de Estado, fue de plegarse al Ejercito, habiendo sido un instrumento para la comisión de graves violaciones a los derechos humanos, en tanto que la actual institución pasó por un importante proceso de fortalecimiento durante el gobierno de Álvaro Arzú, convirtiéndose en una especie de botín durante el periodo de Alfonso Portillo, en cuyo periodo sufrió descomposición.

Un agente de las fuerzas especiales de la PNC custodia el centro de votaciones en San José del golfo, tras la suspensión de las votaciones en este municipio por disturbios el domingo 25 de junio. 📷 David Toro Escobar

Luego de un breve proceso de fortalecimiento institucional durante el gobierno del Partido Patriota se produjo un debilitamiento con Jimmy Morales y en la última etapa del gobierno de Giammattei se está produciendo el fortalecimiento de su papel, esto es positivo y se puede ver mejor en los resultados que ha demostrado en la práctica.

Dentro de los datos que es importante conocer se encuentran los siguientes: durante 3 años la PNC ha incautado 33,892 kilogramos de cocaína, casi 71 millones de matas de marihuana, cocaína y amapola han sido destruidas, además de haber detenido a 6,132 personas, de ellas 108 personas con fines de extradición.

Estos resultados positivos demuestran la necesidad de continuar reforzando a la Policía Nacional Civil, por lo que independientemente de quién triunfe, debe existir el compromiso de mejorar las condiciones de la PNC, especialmente en lo que se refiere a equipo en general, pero especialmente en informática, porque de esa forma podrá combatirse el ciber-crimen.

También será importante incrementar el presupuesto para que cada agente reciba un salario acorde a las necesidades económicas del país, que se delegue a los agentes a los departamentos en que resida su familia y no como ha ocurrido tradicionalmente en que son enviados a lugares distantes.

Una PNC digna trabajará en favor de la población y garantizará que se cumpla con su mandato de garantizar la seguridad para la ciudadanía.