Aunque pueda confundirle a muchos la decisión de la Corte de Constitucionalidad (CC) de ordenarle al Congreso de la República que elija de una vez por todas a los integrantes de la nueva Corte Suprema de Justicia (CSJ), a las y los magistrados de cortes de apelaciones y pareciera que se está ordenando la casa, esto no es verdad, porque los diputados como se dice se han acostumbrado a pedir siempre algo a cambio y no necesariamente esto tiene que ser dinero, es recurrente que soliciten algo a cambio de votar, especialmente aquellos que ya no gozaron del privilegio de la reelección y cuyo poder ahora está limitado. El nuevo Congreso de la República  tendrá que convocar a nuevas Comisiones de Postulación para elegir cortes, porque es ahora cuando vale la pena elegirlas y con ello quedar bajo el  manto de la impunidad o mejor dicho, seguir donde siempre se han mantenido, pensarán que aunque sea por un corto periodo es mejor elegir a los que ya conocen porque no se sabe qué puedo venir después.

Al centro, las magistradas de la Corte de Constitucionalidad (CC) Leyla Susana Lemus Arriaga y Dina Josefina Ochoa Escriba. 📷 Diego Alvarado

Y la prueba de que los magistrados de la CC van con todo, es la forma en que manejaron el antejuicio en contra del señor vicepresidente de la república, primero porque es un tema que ya estaba muerto, de la noche a la mañana lo revivieron y con en el amparo definitivo sorpresivamente le dijeron siempre no, que sea el Congreso quien lo juzgue. Y a pesar de que muchos diputados estuvieron hablando y hablando para que la Comisión Pesquisidora no se eligiera todavía, no hubo manera de convencer a la señora presidente del Congreso, quien regresó a sus funciones, casi obligada, porque ya no tiene visa.

Cuesta creer que realmente quieren ir limpiando la casa, quieren ir saliendo de lo pendiente y nos guste o no, tenemos que admitir que la teoría de sacar a Guillermo Castillo de la vicepresidencia para meter ahí a Manuel Conde no es sólo por aquello de que se les haga el milagrito de dar el golpe de Estado y que Giammattei entregue la banda presidencial al Congreso como se dijo en aquel entonces y que los diputados decidan dejar a Conde porque no fue electo y entonces no habría continuidad si no porque si Manuel Conde estuviera en funciones aunque sea un mes tendría derecho a ir al Parlamento Centroamericano en donde no sólo gozaría de impunidad porque tendría derecho de antejuicio sino que además tendría un jugoso sueldo que va más allá inclusive de lo que gana como diputado actualmente. Así que no descartemos que en cualquier momento entren a conocer los antejuicios en contra de los magistrados del Tribunal Supremo Electoral y por supuesto correrán a hacer el sorteo para nombrar a la Comisión Pesquisidora y aquí el tema se pone muchísimo más delicado

Si al famoso fiscal Curruchiche se le ocurre salir diciendo que después de haber revisado las actas que encontró en las cajas que se llevó del TSE puede constatar que  los datos son falsos, que hubo manipulación y que las actas no coinciden con cualquier cosa, con cualquier tema, puede salir diciendo lo que él quiera si no hay magistrados del TSE para desmentirlo o si hay, pero están presionados porque se pueden ir detenidos o investigados y por qué no hasta condenados, la situación sería otra.

Así que aunque algunos diputados como Mario Taracena, Roberto Alejos y otros constituyentes digan que no es posible evitar que Bernardo Arévalo y Karin Herrera tomen posesión el próximo 14 de enero como manda la ley, la verdad es que a estos magistrados se les antoja interpretar las cosas a su manera en la corte constitucional  y quien aquí dice algo, porque así como escuchamos decir a un abogado en un medio de comunicación, «ante una sentencia de la CC sólo queda el derecho al pataleo». Pues no cabe recurso alguno, no hay autoridad arriba la Corte de Constitucionalidad (CC), la siempre poderosa corte celestial tiene en sus manos dictaminar lo que quiera y que no nos confunda con esta amenaza de que si no eligen a los integrantes de las cortes se irán detenidos los diputados, porque han sido los diputados los que no han querido correr el riesgo de elegir nuevos magistrados ni siquiera para terminar con el período porque han estado muy cómodos con los actuales.

El diputado Gustavo Estuardo Rodriguez Azpurú, señalado por el Ministerio Público del delito de agresión sexual.

No solo se ha visto la impunidad en funcionarios públicos que han estado saliendo libres mientras nos preocupamos por los bloqueos, sino que hay juicios en contra de los mismos diputados que no caminan, ahí está el diputado Gustavo Estuardo Rodríguez-Azpurú, acusado de tantos crímenes relacionados con mujeres, desde el acoso sexual hasta la violación y el antejuicio en su contra no camina, como no caminó ni se supo nada del diputado que ofreció una fiesta en donde una joven falleció en su casa como tampoco se supo nada del diputado que hizo grandes negocios con el Insivumeh y así podríamos seguir enumerando temas en donde nos damos cuenta por qué los diputados y diputadas no quieren o no querían elegir nuevas cortes.

Así que no veamos esto con ojos de que la CC se arrepintió y va a dejar de ser parte del pacto de corruptos y que está actuando de una manera diferente, al contrario la corte celestial está empujando a los diputados a cumplir sus compromisos,  si no veamos el caso del antejuicio contra Willy Castillo, vicepresidente de la república en un Congreso donde nada camina al legislativo le salieron 100 pies para caminar como correcaminos y quién dice algo y si alguien dice algo quién lo oye y si alguien lo oye quién hace la noticia,  es evidente que el golpe de Estado sigue caminando y que el trabajo y la intención de que Bernardo y Karin no tomen posesión sigue siendo la única meta