En diferentes puntos del país, donde la población manifestante ha colocado bloqueos, grupos de choque encapuchados, armados, con una actitud prepotente y agresiva, pretendieron desalojar violentamente a las autoridades ancestrales de los 48 cantones. Un grupo de personas fue atacado a balazos del jueves 4 de octubre en la cumbre de Alaska, por hombres armados con fusiles y encapuchados, que le causaron la muerte a una persona y heridas a otras cuatro, mientras se dirigían a participar en las manifestaciones y bloqueos que se dan en el km 169.5 de la ruta Interamericana. De la misma forma las agresiones se dieron de manera simultánea en Cuatro Caminos, carretera Interamericana.

Portando capuchas y armados con palos, supuestos vendedores de la Terminal, se hicieron presentes durante la noche del mismo día, para intentar intimidar a los manifestantes que se encuentran frente a la sede central del Ministerio Público (MP) en el Barrio Gerona de la zona 1 de la Ciudad de Guatemala. De manera visible se notó la coordinación establecida con el Grupo Antimotines de la Policía Nacional Civil, PNC, quienes no hicieron nada para evitar las amenazas y agresiones. El tono agresivo, prepotente y violento contra los manifestantes no deja duda de que están dispuestos a usar cualquier medio para lograr sus objetivos, que su acción solo pude ser, el principio de una escalada de violencia, si los manifestantes no deponen sus medidas y demandas. Después de hacer demostraciones de fuerza, intimidaciones y amenazas contra los manifestantes, se retiraron, no sin antes haber agredido a varios periodistas que cubrían los incidentes.

📷 Edgar Tuy

De inmediato se puede establecer que no son acciones espontáneas ni dispersas. Pertenecen a grupos organizados y que de manera simultánea atacaron diferentes lugares del país, para agredir a los manifestantes. Eso solo puede suceder si se tiene un plan único, una fuerza organizada, coordinada para que actúe al mismo tiempo, y sobre todo, un mando único, que, planificó, organizó y ejecutó esos operativos, de manera precisa y disciplinada. Sin lugar a dudas, pertenecen a las fuerzas de seguridad, paramilitares y represivas del gobierno y la derecha fascista. La historia reciente, registra sus múltiples acciones represivas contra la población, cuyas protestas y demandas siempre fueron tildadas de “comunismo”.

Sus objetivos quedan claros: Destruir la protesta, reprimiendo a los manifestantes, criminalizando sus demandas haciéndolas parecer como delincuencia; meter miedo a la población para que no se pronuncie contra los abusos gubernamentales; como acción colateral, agredir a la prensa para que esas acciones se difundan masivamente, en un claro mensaje: “si tú también lo haces, sufrirás las consecuencias”  

Los manifestantes, inicialmente convocados por las autoridades ancestrales de los 48 cantones de Totonicapán, no están dispuestos a deponer sus acciones, y cada día se suman más sectores, con lo que la protesta está creciendo, adquiriendo dimensiones nacionales.   Por parte de las fuerzas empresariales, es obvio que es demasiado lo que está en juego, estando dispuestos a llevar la crisis a una dimensión donde puedan utilizar cualquier recurso, incluyendo las Fuerzas Armadas. Que de paso ellos dirigen y que, por el momento, las tienen en reserva, pero la pueden  utilizar si la crisis se sale de su control. Las figuras de la Fiscal General, María Consuelo Porras, y otros trabajadores del Ministerio Público (MP) y del Organismo Judicial (OJ), constituyen solo las figuras visibles, o tristes y antipopulares marionetas, que en su momento sufrirán el peso de la ley. El poder económico ha financiado la presente crisis, pretendiendo eliminar el proceso electoral y pasar sobre la voluntad popular expresada en las urnas, por no estar dentro de sus planes económicos ni hegemónicos.

La presencia de los Estados Unidos y la Comunidad Internacional, se ha incrementado en los últimos días, contra la crisis provocada por el gobierno.  La primera arma de que disponen los gringos, pero no la única, para alinear a los empresarios guatemaltecos que están detrás de la presente crisis, es la presión económica, al quitar toda ayuda y desfinanciar préstamos que ya están aprobados.

Ha sido anulado el contrato de APM Terminals en Puerto Quetzal con gran preocupación de las cámaras empresariales. Expresaron que el cese de labores de la empresa especialista en el manejo de contenedores, representa un riesgo para la economía nacional. Son 2 mil 500 contenedores al día los que se manejan por medio de APM Terminals. Si es parte de las medidas norteamericanas o no, está contribuyendo para dividir a los empresarios y alinearlos con las estrategias norteamericanas. Esto podría ser una medida para obligar a los empresarios a dar marcha atrás, ante sus acciones, que a todas luces son antidemocráticas, perversas y autoritarias. Si los que manejan la crisis, son capaces de utilizar la impunidad como arma, y reprimir a la población, sin importar las consecuencias. ¿Qué otras medidas pondrán en práctica? ¿Cuál será la solución de esta crisis política?