La educación es un factor clave para el desarrollo social, económico, cultural, político, tecnológico y científico de cualquier país. Sin embargo, en Guatemala, la educación enfrenta múltiples desafíos que limitan su calidad, equidad y pertinencia. Entre estos desafíos se encuentran la falta de recursos para mejorar los programas de apoyo, la brecha digital, la deserción escolar, el fracasado currículo nacional base (CNB) y la desastrosa infraestructura escolar.

Por ello, es necesario que se definan y se implementen políticas educativas que respondan a las necesidades, intereses, problemas y demandas de la población guatemalteca, especialmente de los sectores más vulnerables y excluidos. En este sentido, se pueden identificar tres temas estratégicos que demanda desarrollar la educación en Guatemala:

  • La equidad educativa. Vinculada a promover una educación con calidad que demanda que las personas que conforman los pueblos que integran Guatemala sean respetados y reconocidos desde su contexto. La equidad educativa se define como la toma de decisiones estratégicamente basadas en los principios de equidad, que incluye proporcionar una variedad de recursos, modelos, programas y estrategias educativas de acuerdo con las necesidades de los estudiantes que pueden no ser las mismas para todos los estudiantes o escuelas con la intención de liderar a la igualdad de los resultados académicos. Así, equidad educativa refiere a tomar en cuenta la desigual situación de los alumnos y sus familias, de las comunidades y las escuelas, ofrecer apoyos especiales a quienes lo requieren, de tal forma que los objetivos educativos sean alcanzados por el mayor número de estudiantes (Unesco, 2002).  Se refiere a garantizar el acceso, la permanencia y el éxito de todos los niños, niñas, jóvenes y adultos en el sistema educativo, sin importar su condición social, económica, étnica, lingüística, de género o de discapacidad.

📷 Rodrigo Pascual Bailón

  • La innovación educativa. Se refiere a introducir cambios y mejoras en los procesos, los contenidos, las metodologías, las herramientas de aprendizaje y los resultados de la educación, con el fin de responder a las demandas y desafíos del siglo XXI. La innovación educativa implica promover el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para facilitar el acceso, la calidad y la relevancia de la educación, así como fomentar el desarrollo de competencias digitales, creativas, críticas y colaborativas en los estudiantes y docentes. Ejemplos innovación educativa pueden ser: Gamificación (aprender jugando); Aula invertida (los estudiantes investigan y preparan los contenidos en un fuera del aula y en el aula existe una lluvia de ideas y puesta en común sobre los temas investigados, dándose un aprendizaje en comunión dialógica, el docente facilita el aprendizaje, el aprendizaje entre pares favorece a la adquisición de conocimientos) Flipped Classroom; Cursos libres en línea abiertos para todos MOOC (cursos para reforzar o ampliar conocimientos); Aprendizaje ubicuo (con la tecnología digital el estudiante aprende en cualquier momento y en cualquier lugar).

 

  • La formación docente. Se refiere a mejorar la calidad y la pertinencia de la formación inicial y la formación continua de los docentes en servicio, con el fin de que cuenten con los conocimientos, las habilidades, las actitudes y los valores necesarios para ejercer su profesión con eficacia, eficiencia, transparencia y responsabilidad. La formación docente implica fortalecer los programas académicos, los recursos didácticos, las prácticas pedagógicas y la evaluación de los docentes en servicio, así como reconocer su rol fundamental en el proceso educativo.

Estos tres temas estratégicos son fundamentales para desarrollar una educación de calidad, equitativa y con pertinencia cultural en Guatemala, que contribuya al desarrollo humano integral (biopsicosocial y espiritual) de sus habitantes y al progreso del país.