El año 2024 será un año decisivo para la política guatemalteca. Los principales desafíos que enfrentará el país son la recuperación social y política tras la pandemia de descomposición institucional que significó la gestión de Alejandro Giammattei y Miguel Martínez.

Se vislumbra en el horizonte, la lucha contra la corrupción y la impunidad, el fortalecimiento de los organismos democráticos y el respeto a los derechos humanos como estandarte del nuevo gobierno. Los miembros del Movimiento Semilla que aspiren a ocupar cargos públicos en el organismo Ejecutivo, deberán presentar propuestas claras y viables para atender las demandas de la ciudadanía, así como demostrar su capacidad, idoneidad, liderazgo, honradez y transparencia.

📷 Esteban Biba

El proceso de transición deberá ser transparente y técnico. Deberá ser monitoreado por la sociedad civil con el acompañamiento de la comunidad internacional. El futuro de Guatemala dependerá en gran medida de las decisiones que se tomen en los primeros 100 días de este año, el cual es crucial para su historia.

El año 2024 se presenta como una oportunidad para que Guatemala avance en su desarrollo y en su consolidación democrática. Los cambios sociales, económicos y políticos que se requieren para lograrlo son múltiples y complejos, pero no imposibles. El gobierno de Bernardo Arévalo deberá abordar entre otros retos:  a) Fortalecer el estado de derecho y la lucha contra la corrupción y la impunidad, exigiendo una justicia pronta y cumplida apegada a derecho, el respeto a los derechos humanos y la transparencia en la gestión pública; b) Impulsar el crecimiento económico inclusivo y sostenible, controlando la evasión fiscal y el contrabando, diversificando la producción, mejorando la competitividad, creando el banco del migrante, fomentando la innovación y el emprendimiento, y generando empleo decente y de calidad; c) Reducir la pobreza y la desigualdad, ampliando la cobertura y la calidad de los servicios básicos, como la salud, la educación, el agua y el saneamiento, y promoviendo la inclusión social de los grupos más vulnerables, como los pueblos indígenas, las mujeres, los niños y los ancianos; d) Fortalecer la institucionalidad democrática y la participación ciudadana, proponer reformas al sistema electoral, respetar el pluralismo político, el diálogo y el consenso social y concitar una interculturalidad real como base de un nuevo pacto social; e) Promover la integración regional y la cooperación internacional, aprovechando las oportunidades que brinda el mercado centroamericano, el acuerdo comercial con la Unión Europea y los demás tratados de libre comercio.

📷 Esteban Biba

Estos cambios en la cosmovisión geoestratégica en el primer año de gobierno del Movimiento Semilla, requieren del compromiso y la voluntad de los actores sociales, políticos y económicos del país, así como del apoyo de la comunidad internacional. Solo así se podrá construir un futuro más próspero, justo y solidario para todos los guatemaltecos.

La prospectiva para Guatemala con el gobierno del Movimiento Semilla es un tema de gran interés y relevancia a nivel endógeno y exógeno. Es, por tanto, una visión de cambio y esperanza para el país, que requiere del compromiso y la participación de todos los actores para hacerla realidad. El Movimiento Semilla per se no podrá cumplir con ese gran objetivo de nación.