Ayer asistí a un foro sobre ciudadanía y participación democrática, mi propósito era conocer la dinámica del heterogéneo grupo que se reunía en un emblemático hotel del Centro Histórico de la Ciudad del Futuro para discutir sobre nuestra raquítica democracia y sobre la institucionalidad del Estado guatemalteco acaparada desde tiempos inmemoriales por grupúsculos mafiosos, todo lo anterior de cara a la inminente eyaculación en nuestras caras de un nuevo fraude electoral.

Conferencia de prensa del foro «Democracia, Institucionalidad y Participación Ciudadana». Organizó el encuentro el Consejo Coordinador del Pueblo Xinca, Pueblos Unidos y otros colectivos citadinofuturescos.

Dije nuevo, porque el proceso anterior dejó bastantes dudas sobre si hubo mano de mono o no y aquí como en cualquier parte del planeta cobra especial relevancia ese viejo y conocido refrán de piensa mal y acertarás. Pero NO nos desviemos del asunto de este humilde artículo de opinión que busca retratar cómo estos encuentros entre personas de distintos orígenes ideológicos, étnicos y sociales contribuyen a enriquecer, aunque sea un poquito, la noción de ciudadanía en este país.

Comencé mi participación en modalidad virtual por cuestiones de brete, pero una vez resueltos los asuntos más urgentes, abordé mi ranfla con la esperanza de no desperdiciar mi vida en un atasco vial de esos que duran hasta 2 horas. Es interesante contrastar este tipo de experiencias, sobre lo que significa estar in situ y de lejitos a través de una pantalla, quizás otro día me extienda más al respecto.

Tras recorrer en una hora los 15 kilómetros que separan mi madriguera del hotel donde les conté que se celebraba el encuentro ciudadano, me incorporé como pollito comprado a una de las mesas de discusión que se habían armado previamente para reflexionar y luego pasar a exponer al pleno los principales problemas y soluciones que los participantes identificaron como características de las Elecciones Generales 2023 en Guatemalistán.

Y la gente lo tiene claro, este Tribunal Supremo Electoral (TSE) no inspira ninguna confianza, es así como darle tu corazón a esa señorita que tantas veces lo ha lastimado y pensar que esta vez te lo va a cuidar. Está bien ser ingenuo a veces, pero tampoco que te agarren de mula. También es evidente que los autodenominados partidos políticos (que a mi criterio no lo son) no tienen planes de gobierno y usan las mismas viejas artimañas con las que sus abuelitos engañaron a los tuyos.

Dentro de las reflexiones que se hicieron en conjunto quedó plasmado un documento que prefiero adjuntar más abajo por si le quieren entrar…

A mí lo que realmente me aflige es que el panorama está bastante turbio y desesperanzador, tu mamá diría algo así como “que sea lo que Dios quiera”, pero yo tengo claro que aquí, aquel no sabe elegir bien. No sé, me gustaría escuchar otras fórmulas, pero ni la izquierda ni la derecha están proponiendo una alternativa que no sea: vayan, participen, es un derecho y deber ciudadano. No lo sé Rick…

P.D. Les dejo una rolilla tumbada para que se la aprendan. Ya se la saben.