SIN TAPUJOS

 

Quien se convierte en gusano no puede quejarse después si la gente lo pisa.

Inmanuel Kant, filósofo alemán

 

Inicio con el gobierno de Jorge Ubico Castañeda y finalizo con el del aprendiz de dictador, Alejandro Giammattei Falla.

Jorge Ubico gobernó del 14 de febrero 1931 al 1 de julio 1944, durante 13 años, mediante el mecanismo de la reelección. Su gestión se vuelve controversial debido al autoritarismo, temor popular y la adulación. El régimen ubiquista se caracterizó por reprimir con violencia y con cárcel, acorralando a todos sus opositores. Utilizó la “Ley Fuga” que radicaba en decirle al prisionero que corriera y buscara su libertad para dispararle por la espalda, aduciendo después que había intentado fugarse. El 1 de julio de 1944 a las ocho horas, en el despacho presidencial del Palacio Nacional, Ubico comunicó a su círculo cercano su intención de renunciar al cargo. Ante la renuncia del presidente Jorge Ubico, se constituyó la improvisada Junta Militar que en forma efímera asumió el mando conformada por los generales Federico Ponce Vaides, Buenaventura Pineda y Eduardo Villagrán Ariza. La Asamblea Legislativa, controlada por los partidarios de Ubico, el 5 de julio eligió presidente interino al general Federico Ponce Vaides, quien continuó con la misma política del régimen anterior, y pretendió perpetuarse en el poder, aunque era un gobernante más débil, menos temido, e igualmente nefasto para el país.

Carlos Castillo Armas, por medio de un plebiscito gobernó del 1 de septiembre de 1954 al 26 de julio de 1957 y fue asesinado en la misma Casa Presidencial. El Gobierno de Castillo Armas se caracterizó por la división sistemática de todo movimiento, agrupación o persona que simpatizara con la izquierda. Esta decisión dictatorial permitió acusar de comunismo a cualquier corriente política que defendiera los derechos de los trabajadores y campesinos. Se coartó la libertad de prensa y de expresión. También fueron constreñidos los sectores intelectuales, académicos y políticos, sin que estos fueran parte integrante del partido comunista.

Enrique Peralta Azurdia. Peralta Azurdia, era el ministro de la Defensa Nacional, y derrocó al gobernante Miguel Idígoras Fuentes asestándole un golpe de Estado para gobernar del 1 de abril de 1963 al 1 de julio de 1966. Para poner en marcha el nuevo modelo político, cuya característica era dar prioridad a los intereses militares, de esa cuenta deroga la Constitución decretada en 1956 por el gobierno de Castillo Armas, y se convocó a una Asamblea Nacional Constituyente para elaborar otra nueva. Surge el control militar del poder, decreta un Estatuto de Gobierno, disuelve el Congreso de la República y la Corte Suprema de Justicia. Peralta Azurdia gobernó por medio de decretos-leyes. Bloqueó absolutamente a la izquierda de toda actividad política, incrementando su persecución. Siguió además ejerciendo como ministro de la Defensa. Durante su gobierno se promulgó la Constitución aprobada el 15 de septiembre de 1965, en la cual destacaba la reducción del período presidencial de seis a cuatro años. También se decretaron los Códigos Civil y Procesal Civil y Mercantil, la Ley de Emisión del Pensamiento y la Ley del Orden Público. En el campo laboral promovió reformas al Código de Trabajo que había sido aprobado durante el gobierno de Juan José Arévalo. Peralta Azurdia tomó varias decisiones en el campo laboral, entre ellas: Creación del Banco de los Trabajadores; establecimiento de salarios mínimos en el campo y la industria; instauración del aguinaldo navideño; creación del Centro de Recreación de los Trabajadores del Estado. En el mes de marzo de 1966 se realizaron las elecciones presidenciales, el Ejército, al enterarse del triunfo del Partido Revolucionario (PR), dudó de acatar o no la voluntad popular, y se firmó un “Pacto Secreto” en que el nuevo gobierno no transaría con la guerrilla, y el Ejército se comprometía a entregarle el poder, que era la condición que ponía el alto mando militar para entregar la presidencia a Julio César Méndez Montenegro.

 

Carlos Arana Osorio. Arana Osorio asumió la jefatura de gobierno del 1 de julio 1970 al 1 de julio 1974 con el apoyo de una coalición de partidos políticos de ultraderecha MLN y PID, se instaló un régimen por medio del cual el Ejército controlaría el gobierno, situación que duraría hasta 1983. Arana expresaba un enfermizo y ferveroso espíritu anticomunista y fue el primero de una serie de presidentes militares asociados con la extrema derecha del país y que dominaron la política guatemalteca entre 1970 y 1982. Arana había sido embajador de Guatemala en Nicaragua durante el régimen de Anastasio Somoza en los años sesenta. A pesar de que para cuando tomó posesión la actividad insurgente era mínima, Arana Osorio impuso el estado de sitio en noviembre de 1970; además, impuso un toque de queda de 9:00 p. m. a 5:00 a. m. en el que todo tránsito peatonal y vehicular estaba prohibido. Arana dijo «Si es necesario convertir al país en un cementerio para pacificarlo, no voy a dudar en hacerlo.» El estado de sitio dio lugar a un incremento en los secuestros, torturas, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales de los que se consideraban opositores al régimen, y se mantuvo vigente hasta el final de 1972. El 13 de enero 1971, fue vilmente asesinado el diputado socialdemócrata Adolfo (Fito) Mijangos López.

Durante su gobierno proliferaron los grupos paramilitares de extrema derecha iniciándose un clima de mucha inseguridad y violencia; grupos como la Nueva Organización Anticomunista (NOA), el Consejo Anticomunista de Guatemala (Cadeg), la Mano Blanca y el Movimiento de Acción Nacionalista Organizado (Mano) empezaron a cometer todo tipo de acciones en contra de cualquier persona considerada como sospechosa. La opinión pública acusó al Ejército de ser instigador de estos grupos, pero este negó dichas acusaciones. En marzo de 1974, se realizaron las elecciones, siendo el general Kjell Eugenio Laugerud García el candidato oficial y apoyado por la coalición MLN-PID, y el candidato a vicepresidente el licenciado Mario “El Mico” Sandoval Alarcón. Líderes de izquierda democrática, entre ellos Manuel Colom Argueta, Alberto Fuentes Mohr, y René de León S, decidieron en 1973, que si no tenían ellos opciones reales de acceder al poder en las urnas, pues no les reconocerían la victoria, podrían proponerle la candidatura presidencial al miembro del Ejército más progresista, por medio del partido Democracia Cristiana Guatemalteca, y así surgió la candidatura y triunfo electoral del binomio Efraín Ríos Montt y Alberto Fuentes Mohr: ganaron las elecciones, pero tampoco se les reconoció la victoria. El gobierno al darse cuenta de las posibilidades de triunfo del general Ríos Montt suspendió todo tipo de información, hubo un apagón de energía eléctrica y se dejó en suspenso a la radio y a la televisión, hasta que se materializó el fraude, nueve días después de las elecciones se dieron a conocer los resultados oficiales alterados.

 

Kjell Eugenio Laugerud García. El 1 de julio 1974 asumió la presidencia para un período de cuatro años, Laugerud García es el candidato oficial apoyado por la coalición MLN-PID. Su compañero de fórmula es el licenciado Mario Sandoval Alarcón, Secretario General del MLN. Debido a la ilegitimidad del gobierno, el factor que caracterizó todo su período sería de inestabilidad. Ésta afectó tanto a la esfera política como a la económica. En marzo de 1976, se formó el Comité Nacional de Unidad Sindical (Cnus), y uno de los principales asesores de la incipiente entidad fue el licenciado Mario López Larrave, exdecano de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Carlos de Guatemala, quien sería asesinado el 8 de junio de 1977, cuando salía de su oficina; su sepelio fue la primera manifestación masiva de repudio al terror en Guatemala. La masacre de Panzós el 29 de mayo de 1978, el alcalde de Panzós había citado a los dirigentes campesinos del lugar para responder a las demandas y resistencia del pueblo en cuanto a los desalojos de sus tierras por parte de finqueros, autoridades locales, y militares a favor de los intereses económicos de la compañía Explotaciones Mineras de Izabal (Exmibal), además de la explotación minera de otros minerales por la empresa Transmetales, S.A. Fueron asesinados al menos 53 indígenas (entre hombres, mujeres y niños), y al menos 47 quedaron heridos, acusados de colaborar con las fuerzas guerrilleras opuestas al gobierno en esa región. Casi todos los cadáveres fueron enterrados en una fosa común con un tractor, en los días siguientes, varias decenas de cadáveres fueron vistos en distintas poblaciones a lo largo del río Polochic.

 

Fernando Romeo Lucas García. Lucas García asume la presidencia el 1 de julio 1978 juntamente con el vicepresidente doctor en Derecho Francisco Villagrán Kramer, el vicepresidente era un hombre de reconocida trayectoria democrática, habiendo participado en la Revolución de 1944, y se consideraba que habría un balance de fuerzas, porque al Dr. Villagrán Kramer se le consideraba un hombre de izquierda democrática, al haber sido miembro con Manuel Colom Argueta y Adolfo Mijangos López de la Unidad Revolucionaria (UD). Muy pronto, se apartó de las promesas electorales, para concentrarse en la represión no solo de la guerrilla, sino de cualquier movimiento social, y persona que no estuviera de acuerdo con su política. El 20 de octubre de 1978, la marcha conmemorativa de la Revolución de octubre de 1944 concluyó sin incidentes en el Portal del Comercio de la Ciudad de Guatemala. A pesar de las amenazas en su contra, Oliverio Castañeda de León, Secretario General de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU), se presentó en el Parque Centenario para dar el discurso de la AEU y señaló al ministro de Gobernación, Donaldo Álvarez Ruiz, como responsable de la oleada de terror. La famosa frase final de su discurso ― «Ellos pueden matar a nuestros dirigentes, pero mientras haya pueblo, habrá revolución» ― fueron palabras trágicamente terminantes. Castañeda de León fue asesinado momentos más tarde. Quince días después del asesinato de Oliverio Castañeda, fue desaparecido su sucesor, Antonio Ciani García. El 25 de enero de 1979 fue asesinado el Dr. Alberto Fuentes Mohr, diputado del Congreso, dirigente del Partido Socialista Democrático (PSD) y exministro de Finanzas y Relaciones Exteriores del Gobierno del licenciado Julio César Méndez Montenegro. El 22 de marzo fue acribillado el exalcalde de la capital Manuel Colom Argueta, en un operativo en que sus asesinos emplearon un helicóptero para acorralarlo. Manuel en el momento de su muerte era director del Centro de Estudios Urbanos y Regionales de la Usac y dirigente político del Frente Unido de la Revolución (FUR). El jueves 31 de enero de 1980, el caso de Guatemala atrajo la atención mundial con la quema de la embajada de España, en la que 37 personas fueron quemadas vivas, entre ellas varios ciudadanos españoles e importantes exfuncionarios guatemaltecos. El 23 de marzo de 1982, Lucas García fue depuesto por un golpe de Estado liderado por oficiales jóvenes del Ejército de Guatemala, cuyo objetivo sería «acabar con la corrupción». Los sublevados tomaron el control de la Ciudad de Guatemala y lograron que el general Lucas García se rindiera a los militares que horas antes habían rodeado el Palacio Nacional. El “ganador” de las elecciones que se habían efectuado solamente unas semanas antes, el candidato oficialista y exministro de la Defensa general Aníbal Guevara, estaba de vacaciones en Miami el día del golpe de Estado. La oposición centroderechista, a la que se unió un partido de ultraderecha, había denunciado un fraude en los comicios. El presidente electo debía tomar posesión en el uno de julio. Una vez montada la junta de Gobierno, conformado por los generales Efraín Ríos Montt y Horacio Maldonado Shaad, y el coronel Francisco Gordillo, anunció que convocaría a nuevas elecciones, pero no precisó la fecha de su realización. Después del golpe de Estado, la casa de habitación del exministro de Gobernación, Donaldo Álvarez Ruiz, fue saqueada por una turba enardecida.

 

José Efraín Ríos Montt. Tras la escasa respuesta a su petición, el 9 de junio de 1982, Ríos Montt se autoproclamó presidente de Guatemala y «anuló del poder» a los triunviros Horacio Maldonado Schaad y Francisco Luis Gordillo, mientras que concentró a todos los elementos del ejército en los cuarteles cercanos a la capital, en donde permanecieron durante un mes. Finalmente, anunció que a partir del 1 de julio de 1982 quedaba establecido en todo el país el estado de sitio, y que iba a movilizar tropas para combatir a la subversión, para iniciar ya la «batalla final». El estado de sitio duró ocho meses y tres semanas continuos y la movilización de tropas del ejército fue del 60 % para concentrarlas en la zona noroccidental del país. También se realizó un reclutamiento forzoso para servicio militar de hombres comprendidos entre 18 y 60 años. Se organizaron los Tribunales de Fuero Especial, juzgados integrados por jueces de los que no se sabía su identidad, quienes juzgaban en forma sumaria y sin ningún procedimiento legal y democrático, a los sospechosos de pertenecer o colaborar con la insurgencia, así como algunos delitos comunes, dirigidos por funcionarios desconocidos, civiles o militares, nombrados por el presidente. Se juzgó a quince personas y fueron ejecutadas, Se enjuiciaron, además, a otras 582 personas que no fueron condenadas a muerte. Efraín Ríos Montt, a través de la televisión entraba abusivamente a todos los hogares los domingos en horas de la noche, para dar un mensaje “moralista”, el cual indignó a toda la población, porque no era la forma que se esperaba que hiciera gobierno, para algunos mezcló su ejercicio de gobernante con el de pastor de iglesia evangélica. El 8 de agosto el alto mando del Ejército tomó la decisión de relevar a Ríos Montt de la jefatura de Gobierno y asume el ministro de la Defensa, general Óscar Mejía Víctores, quien en efecto inició la transición hacia la democracia en el país. El hecho de que el golpe fuera dado por el ministro de la Defensa, de una manera institucional, que justificó declarando que el gobierno estaba siendo abusado por fanáticos religiosos, permitía solucionar las diferencias que habían florecido al interior del Ejército, y darle continuidad a la guerra; al mismo tiempo aplicar los correctivos necesarios para sacar adelante, con mayor éxito, la estrategia de la estabilidad nacional.

📷 David Toro

Alejandro Giammattei Falla. Asumió la presidencia el 14 de enero del 2020. El actual desgobierno presidido por Alejandro Giammattei, aunque no tiene las mismas características de los anteriores gobiernos dictatoriales, éste es un principiante de dictador ya que se ha dedicado a cooptar a todas las instituciones del sector público, léase, los tres organismos del Estado, la Corte de Constitucionalidad, el Ministerio Público, la Contraloría General de Cuentas, la Procuraduría de los Derechos Humanos, pues el sistema que ha utilizado es con la compra de voluntades, como muchos suelen decir, “aquí todos  tienen la cola machucada”, porque en los asquerosos negocios que ha realizado, el dinero ha corrido en cantidades millonarias de dólares, sin que haya una obra de infraestructura que realizara el desgobierno. El combate a la desnutrición, fue una de las promesas incumplidas pese a tener más recursos. En los cuatro años de su gestión, el presupuesto del Plan de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Poasan) aumentó de Q5.2 mil millones a 11.3 mil millones, y la desnutrición aguda aumentó.  Además, nuestra Constitución Política y demás leyes han sido violadas para beneficiar al Pacto de Corruptos. Se resiste a entregar el poder el 14 de enero del próximo año, aunque mentirosamente ha dicho que va a entregar y respetar la voluntad popular, pero su intención es no entregar.

 

¡NO NOS VAN A CALLAR!

 

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