Los diputados de la IX Legislatura aprobaron durante el Primer Período Ordinario 2023-2024, dos nuevos decretos para la conservación del medio ambiente y que, de alguna manera, fomentan la conciencia ecológica en la población guatemalteca.

Con el voto favorable de 107 diputados, se aprobó el Decreto 6-2023, con el cual se ratificó el estatuto del Tratado de la Agencia Internacional de Energías Renovables –IRENA-, firmado en Bonn, Alemania el 26 de enero de 2009.

Fotografía de Carlos Alonzo

La normativa impulsa acciones para mitigar la presión ejercida sobre los recursos naturales y la deforestación, sobre todo en las regiones tropicales, la desertización y la pérdida de biodiversidad, a la protección del clima, al crecimiento económico y la cohesión social, incluido el alivio de la pobreza y el desarrollo sostenible, al acceso al abastecimiento de energía y su seguridad, al desarrollo regional y a la responsabilidad intergeneracional.

Con la nueva normativa Guatemala se unió a los países miembros que promueven la implementación generalizada y el uso sostenible de todas las formas de energías renovables, teniendo en cuenta las prioridades nacionales e internas y los beneficios derivados de un planteamiento combinado de energía renovable y medidas de eficiencia energética.

El Estatuto de IRENA, también denominado Tratado Fundacional o Convenio Constitutivo de la Agencia Internacional de Energías Renovables, entró en vigor a nivel internacional el 8 de julio de 2010. Tiene por objetivo que los países miembros promuevan la implantación generalizada y reforzada y, el uso sostenible de todas las formas de energía renovable, tomando en cuenta las prioridades nacionales.

El 12 de de abril, con el voto favorable de 103 diputados, los diputados también aprobaron el Decreto 9-2023, que por medio del cual ratificó una enmienda al Protocolo de Montreal, con el firme propósito de unirse al esfuerzo de varios países de proteger la capa de ozono, así como nuestro medio ambiente.

Fotografía de Carlos Alonzo

La enmienda fue adoptada en Kigali, capital de Ruanda, el 15 de octubre del 2016 y ahora ratificada por este alto Organismo de Estado, la cual contempla la inclusión de los hidrofluorocarburos (HFC), entre los potentes gases de efecto invernadero que se usan para la refrigeración y la climatización.

Según información del programa para el medio ambiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con dicha enmienda se puede evitar hasta un 0.4 grados centígrados de calentamiento global para fines de este siglo.

Además, la ONU ha indicado que la aplicación de la medida reducirá la producción y el consumo proyectados de HFC en más de 80% durante aproximadamente 30 años. La enmienda entró en vigencia el 1 de enero de 2019 y el país se convierte en el país 33 en ratificar.