Matar o morir parece ser la consigna entre quienes aseguran que todo este proceso electoral está mal y aquellos que insisten en que hay que averiguar todo lo que pasó, dedicándose a investigar hasta de qué color iban vestidos cada uno de los que estuvieron presentes en las mesas receptoras de votos. Parece una exageración, pero hasta eso están investigando.

Quiénes son los abogados que encontraron ese artículo en la ley del crimen organizado para brillantemente solicitar la suspensión temporal de Semilla, porque suspenderlo temporalmente tiene incluso peores consecuencias que cancelarlo de forma definitiva, lo cual dejaría abierta la posibilidad de que los diputados se fueran a otros partidos.

De quién fue la idea de investigar el padrón electoral para ver si encontraban difuntos o gente que no tenía que estar, si esto se manipuló o no, seguimos sin saber absolutamente nada sobre qué pasó con ese caso.

De quién fue la idea de pedirle al Tribunal Supremo Electoral todos los nombres de los digitalizadores y quienes estuvieron a cargo de manejar el sistema de informática, sin que a la fecha se sepa que están haciendo con ese tema.

Cómo llegaron al colmo de solicitarle a un juez y que este les diera la autorización de abrir las cajas con los votos y las actas, lo cual nunca se había hecho en la historia democrática de este país.

Quién maneja las redes sociales para que todavía haya gente que crea realmente que la falsificación de firmas y las firmas de personas ya fallecidas son delitos electorales que deben ser juzgados por la vía penal y que es posible meter preso a la persona que cometió este delito y con eso evitar que el Presidente de la República tome posesión.

📷 Omar Landaverry

El arte del asesinato jurídico

Los que realmente están detrás de todo esto por supuesto no dan la cara y quienes son los verdaderos abogados que hacen el trabajo para que Curruchiche valientemente y con descaro ponga la cara son personas que definitivamente no sólo no quieren que un partido diferente llegue al poder, un partido que por cierto jamás esperaron que llegara a estas instancias y por eso no se tomaron la molestia de pararlo. Detrás de estas acciones hay personas que están dispuestas a morir en el intento o llevar a la muerte a quien les estorbe. Por supuesto no es a la usanza de antes, donde literalmente se mandaba a matar a las personas, lo de hoy es un intento de asesinato jurídico en donde ellos están conscientes de que también pueden morir jurídicamente, pero entienden que la guerra es así.

La pregunta del millón sigue siendo quiénes están orquestando todo, no sólo qué abogados están respaldando a Curruchiche, sino qué personas están financiando toda esta operación y qué personas saldrían ganando, además del actual Gobierno, quienes evidentemente son sus cómplices, es importante conocer quiénes son los que están dispuestos a que esto se convierta en como ya lo han dicho muchos, un golpe de estado técnico, palabra difícil de entender. ¿Hasta dónde quieren llegar y por qué?

Los artífices de esta trama no han logrado confundir a la población, más bien quienes se han sumado desde las redes sociales a este tema están en la jugada, ya sea porque perdieron las elecciones, porque fueron humillados, porque los estafaron en su propio partido político, porque de una u otra manera sacaron una cantidad de votos miserable o porque simplemente no les conviene que el partido Semilla llegue al poder, por eso les conviene estar en la jugada, porque algo están recibiendo a cambio.

¿Es realmente la clase política tan ignorante o tan descarada?

Matar o morir significa destruir el sistema, morir en el intento, pero no se trata de matar a una persona en particular, no es contra Bernardo Arévalo el asunto, tampoco contra la vicepresidente electa, mucho menos contra un Samuel Pérez, esta guerra es en contra de que llegue un partido que no está del lado de ellos, un partido que pueda llegar a descubrir todo lo que hay detrás y quiénes lo están financiando.

Quizás la pregunta más difícil de explicar sea por qué los demás políticos que ven que el sistema se está desgastando no emiten ninguna opinión o acaso ellos también están detrás del tema porque guardan la esperanza de que las elecciones se repitan y que haya un verdadero golpe de Estado técnico que obligue a repetir todo el proceso y que de verdad se cumpla lo que dijo el Presidente, que le va a entregar al Congreso y después el Congreso va a tener que volver a convocar. ¿Es realmente la clase política tan ignorante o tan descarada?

Lo que sí es cierto es que no se aprendió la lección o si se aprendió, no quieren esperar a renovar cuadros, a renovar personas, a cambiar de discurso, a cambiar estrategia, porque esta vez la estrategia no dio resultado y aunque todo mundo estaba esperando que algún día pasara lo que pasó, que un partido de izquierda llegara al poder, tras años de manipulación, no necesariamente de la derecha, sino de quienes se aprovechan de la política, se dio de una manera incompleta porque no llegó un partido verdaderamente de izquierda, como pudo haber sucedido y como pasó en el Cono Sur, llegó un partido ciertamente moderado, pequeño y sin equipo, sin embargo, la clase política, especialmente quienes perdieron las elecciones no dan la cara y quienes la dieron ya tienen juicios en su contra y están enfrentando los tribunales de justicia para que no se diga que solo es contra Semilla. En realidad es otra jugada más para destruir el sistema y demostrar que la mayoría de partidos políticos también tienen firmas falsas, firmas de difuntos y temas similares.

Aunque Mulet reconoció la derrota y salió en medios a aclarar algunos temas, hoy está callado, silencioso y probablemente con miedo de lo que está pasando en tribunales. Hoy seguimos preguntándonos en dónde está Zury Ríos, dónde está Sandra Torres o por qué Manuel Conde Orellana no ha dado ninguna declaración, es más, ni Armando Castillo del partido Viva volvió a dar la cara.

📷 Omar Landaverry

De lo que no hay duda es que esto no va a terminar, porque la lucha es a muerte y porque aquí el tema es o se cae el sistema (ya que no se puede caer el ganador) o se descubre y nos vamos presos todos por tratar de estar permanentemente violando las leyes, malinterpretándolas o haciendo lo que esté a nuestro alcance legal o ilegal para que todo se rompa. Nadie está pensando en la democracia o en el sistema, mucho menos en la población, aquí están pensando en el caos, a eso le están apostando y aunque la ciudadanía cada día está más cansada, tampoco les importa porque no están buscando popularidad, están propiciando que esto se rompa y tenemos que tenerlo muy claro porque va para largo, aún cuando el nuevo presidente tome posesión, las investigaciones van a seguir, pero algo que nadie se atreve a decir es quieren meter presos a los magistrados del Tribunal Supremo Electoral porque a ellos es a los que consideran traidores, son ellos los que en algún momento estuvieron del lado del gobierno y ahora están del lado de los que ganaron. El Tribunal está cumpliendo con la ley, con los tiempos se protege y al protegerse, protege el sistema y eso es lo que los tiene más molestos. Matar o morir incluye a los magistrados del Tribunal Supremo Electoral.