Recientemente ocurrió un hecho que es importante mencionar, especialmente para que sea conocido por quienes no tuvieron acceso a esa noticia, resulta que una persona que forma parte del Organismo Judicial (OJ) se disponía a viajar hacia Panamá, ya estaba en su asiento dentro de una de las aeronaves de una de las aerolíneas autorizadas para viajar hacia y desde Guatemala.

Este funcionario del OJ ha actuado en sintonía con quienes promueven el odio y fomentan la impunidad. Es de las personas que han estado al servicio de los promotores de la defensa de corruptos, violadores a los Derechos Humanos, narcotraficantes y actores importantes de las estructuras del crimen organizado. También se ha prestado a la persecución de quienes apegados a Derecho han defendido la democracia.

Lo que este funcionario jamás imaginó, fue que iba a ser reconocido por otras personas que viajaban en esa misma aeronave y cuando se encontraba plácidamente sentado, una ciudadana se le acerca y de manera directa le dice en palabras más, palabras menos que ella era quien pagaba por su salario y que era un corrupto que se prestaba a desestabilizar la incipiente democracia guatemalteca.

El señalado por la ciudadana agachó la cabeza humillado por encontrarse fuera de su hábitat donde es protegido, se colocó una gorra en la cabeza que le cubrió parte de la cara y luego hizo caso omiso de lo que estaba sucediendo.

Lo importante de lo sucedido, es que una guatemalteca ejerciendo el ejercicio ciudadano, expresó el sentir de millones de personas. Lo anterior constituye un paso trascendental, debido a que en el futuro la población se reservará el derecho de aceptar o rechazar a quienes son nombrados para servir a la nación, pero terminan haciéndolo a favor de un determinado grupo de poder.

El colectivo Mujeres por la Democracia, manifestó esta semana su descontento en contra de la gestión de fiscal general Consuelo Porras en un recorrido por las principales calles de la Ciudad de Guatemala.

El colectivo Mujeres por la Democracia, manifestó esta semana su descontento en contra de la gestión de fiscal general Consuelo Porras en un recorrido por las principales calles de la Ciudad de Guatemala. 📷 David Toro

Aunque ahora hay amenazas contra la ciudadana y su familia, pues quienes manejan algunas instituciones del Estado, han señalado que no descansarán hasta que se haya identificado y capturado a la persona que ejerció su derecho ciudadano.

Quienes hemos trabajado por despertar ese sentimiento de conciencia en la población nos sentimos satisfechos, porque con esta acción se demuestra que tantos años de nadar contra la corriente han surtido efectos positivos. Con esto podría iniciarse una práctica diferente entre funcionarios públicos, que de no actuar apegados a Derecho serán señalados por la población.