La población de Guatemala alcanzó niveles de hartazgo y rechazo a la corrupción y al uso casuístico y arbitrario de las leyes y las instituciones, salió a las calles, plazas y carreteras a protestar y demostrar su descontento, lo ha hecho con las leyes en la mano, demostrando que a través de la resistencia pacífica se puede provocar cambios positivos en este país.

Las acciones de protesta están siendo dirigidas por la juventud, que está demostrando que tiene la intención de hacer que todo cambie en el país, que la sociedad pueda tener oportunidades de aquí al futuro.

📷 Edgar Tuy

En esta coyuntura es importante valorar el papel que ha jugado la Policía Nacional Civil que en algunos casos ha colaborado con las personas que están protestando, además no se han prestado a reprimir a la población como lo han pretendido quienes están siendo cuestionados.

Ha sido importante la solidaridad de quienes no están involucrados en las protestas, la misma se ha reflejado en muchas formas, entre otras se ha podido presenciar cómo vecinos llevan café, atol y panes a quienes tienen que pasar largas jornadas bajo el sol y la lluvia. Este tipo de apoyo no se había vivido en décadas.

Estas protestas (concentraciones, manifestaciones y bloqueos) han empoderado a la población. De aquí en adelante será cada vez más frecuente que las personas salgan a las calles a rechazar actitudes poco transparentes y de uso del Estado como si se tratara de la propiedad de los gobernantes.

Es entendible que quienes son pagados por grupos tradicionales de poder se dediquen a publicar ataques contra este despertar ciudadano, esto debido a que están cumpliendo con un contrato laboral y de no hacerlo podrían ser despedidos, pero no es correcto que personas que por no simpatizar con las luchas sociales se ubiquen al lado de quienes se han aprovechado de la corrupción, deben recordar que con sus comentarios y publicaciones en redes sociales le están haciendo daño a Guatemala y al proceso de construcción de la democracia.

📷 Carlos Alonzo

Los grupos tradicionales de poder se han visto afectados, especialmente los que han financiado a los que han promovido el odio, la impunidad y la confrontación. También han sufrido quienes con un discurso conservador y favorable a quienes cometieron abusos y crímenes en el pasado intentaron alcanzar la presidencia de la República.

No hay marcha atrás, la sociedad guatemalteca ha despertado y de aquí en adelante tendrá que cambiar todo en Guatemala o se podría volver a producir un cambio revolucionario como los que en el pasado han ocurrido.