El director escolar es una figura clave en el desarrollo de la educación. Su rol no se limita a la gestión administrativa de la institución, sino que abarca también la orientación pedagógico-didáctica, la renovación curricular, la actualización continua del profesorado, la participación de la comunidad educativa, la evaluación de la calidad y la mejora continua.

La Ley de Educación Nacional, Decreto Número 12-91 vigente desde el 12 de enero de 1991, en su articulo 37 de las obligaciones de los Directores de Centros Educativos, define en su literal a) el marco que define el rol en la gestión escolar: “Tener conocimiento y pleno dominio del proceso administrativo de los aspectos técnico-pedagógicos y de la legislación educativa vigente relacionada con su cargo y centro educativo que dirige”.

📷 Simone Dalmasso

En este contexto el director escolar debe poseer una serie de características que le permitan liderar el proceso educativo con eficacia, eficiencia y transparencia tales como:

  • Visión estratégica: El director escolar debe tener una visión clara de los objetivos y metas del centro educativo, así como de los recursos necesarios para alcanzarlos. Debe conocer los desafíos del medio social, natural, económico y cultural de la comunidad educativa y adaptar el proyecto educativo institucional a las necesidades, intereses y problemas de los alumnos y padres de familia.

 

  • Liderazgo pedagógico: El director escolar debe ser un profesional que ejerza un liderazgo basado en la ética, ser un modelo de servidor público para el profesorado y la comunidad educativa. Debe motivar el trabajo en equipo, el diálogo y el consenso, la reflexión crítica y el análisis de casos para resolver de la mejor manera. Debe estimular el aprender a aprender como parte del crecimiento profesional de sus docentes y persuadirlos de adoptar la investigación educativa como estrategia de mejora continua, así como el uso de las tecnologías de la información y la comunicación.

 

  • Gestión eficiente: El director escolar debe administrar de la mejor forma los recursos humanos, materiales y financieros de la institución con criterios de calidad, transparencia y rendición de cuentas. Debe planificar, organizar, coordinar, integrar, dirigir, supervisar y controlar las actividades y procesos que se desarrollan en el centro educativo. Debe resolver los problemas y conflictos que puedan surgir, aplicando criterios de equidad y justicia en el marco de las leyes educativas y supletorias a estas.

 

  • Comunicación multidireccional: El director escolar debe comunicarse de forma clara, precisa, coherente y respetuosa con todos los miembros de la comunidad educativa. Debe escuchar activamente las opiniones, sugerencias, quejas y reclamaciones de los distintos actores implicados en el proceso educativo. Debe informar oportunamente sobre las decisiones, acciones y resultados que se producen en el centro educativo. Debe establecer redes de comunicación con otros centros educativo, instancias ministeriales, comunidad de base e instituciones gubernamentales.

📷 Simone Dalmasso

 

  • Actualización permanente: El director escolar debe estar en constante actualización de sus conocimientos, competencias duras y blandas que incrementaran sus capacidades profesionales. Debe participar en programas de formación continua, en centros educativos de educación superior, actualizaciones virtuales por medio de webinares o en actividades presenciales procuradas por instituciones privadas. Como parte de su dinámica profesional debe implementar la autoevaluación, la coevaluación con sus pares directores escolares de su distrito educativo y la heteroevaluación practicada por su inmediato superior para garantizar su mejora continua como responsable de la gestión escolar.

 

Convengamos entonces que el rol del director escolar es clave para el éxito de un centro educativo. El director debe liderar el proyecto educativo, coordinar las actividades académicas y extraescolares, fomentar la participación de la comunidad educativa, velar por el cumplimiento de la legislación educativa y la ejecución de las políticas públicas, por la calidad de la enseñanza y la mejora continua.