El 26 de abril se celebra el Día Internacional de Recuerdo del Desastre de Chernóbyl, una fecha decretada por la ONU con el objetivo de conmemorar uno de los mayores desastres nucleares que ha vivido la humanidad en las últimas décadas, ocurrido en Pripyat, Ucrania y el cual dejó un saldo muy alto de muertos y heridos debido a la radiación nuclear.

El accidente ocurre el 26 de abril de 1986 en la planta nuclear Chernobyl debido a una gran explosión que liberó al espacio 200 toneladas de material radiactivo.

«Chernóbil dio lugar a un salto adelante en la
cooperación mundial materia de en seguridad
nuclear. Los países con energía nuclear
comenzaron de una manera que nunca antes habían
tenido. Se mejoró el a compartir información y
experiencia mandato del OIEA en cuanto a la
seguridad nuclear. Se ampliaron las normas de
seguridad del OIEA.”
Yukiya Amano
Ex Director General del Organismo Internacional de
Energía Atómica (OIEA)

¿QUÉ PROVOCÓ LA TRAGEDIA?

La causa fue producto de un error humano, que desencadenó un desastre a nivel mundial. Muchos países se vieron afectados como fue el caso de Polonia, Bielorrusia, Checoslovaquia y Ucrania. La gran nube de contaminación, se propagó por Europa.

Muchas personas terminaron muriendo y existen casi 8.500 millones de afectados, debido a los altos niveles de radiación, ya que la población no fue alertada con tiempo para alejarse del lugar. Han pasado 36 años de ese hecho y hoy sigue siendo una región fantasma, completamente inhabitable.

PRÍPYAT, LA CIUDAD FANTASMA

La tragedia de Chernóbyl, fue un acontecimiento, que tomó a todos los pobladores de Prípyat por sorpresa. Ellos nunca se imaginaron la magnitud del problema, ya que después de ser evacuados, pensaron que a los pocos días volverían a retomar el ritmo normal de sus vidas, sin embargo, la historia fue otra, ya que nunca más volverían a retornar a sus hogares.

Ya han pasado más de treinta años y hoy la ciudad de Prípyat, es considerada una ciudad fantasma, sumergida en lugar donde la vegetación y grandes árboles volvieron a emerger y la naturaleza recobró parte de ese territorio, sin embargo, todavía siguen existiendo altos nivel de radiactividad que no permiten la permanencia de ningún ser vivo.

En la actualidad, sólo pueden ir visitantes que se acercan al cementerio y para realizar el Tour de Chernóbil, bajo la vigilancia de un personal capacitado. En la zona sigue operativa la planta nuclear, donde operan trabajadores que se ocupan de vigilar la seguridad radiológica.