Una extensa y bien montada campaña de apoyo por la defensa de la democracia se llevó a cabo una vez se conocieron los resultados de la segunda vuelta electoral, el candidato era ahora presidente electo, el personaje anodino sin menor perspectiva en la primera vuelta era ahora la sorpresa, y bueno era necesario blindarlo para que tomase posesión 4 meses después y para eso era imprescindible quitarse de en medio a la fiscal general y al fiscal especial a cargo de las investigaciones contra el líder y su partido.

Bernardo Arévalo anuncia durante una conferencia de prensa en septiembre de 2023 que existe un golpe de estado en curso para evitar que tome posesión. 📷 Esteban Biba

Ya hacía meses que los 48 Cantones se habían pronunciado genéricamente a favor de la democracia, un cambio dramático para su naturaleza organizativa si tomamos en cuenta que ellos son solo una organización pro bienestar de la comunidad, de repente se convirtieron en una organización cívica, que por un lado se arropaban de moral étnica que conectaba con el enfermizo sentimiento de culpa de la izquierda y por otro eran la voz de la decencia, ¿Cómo llamar por otro nombre a quienes defienden el más grande valor republicano como es la democracia? En fin, se lanzaron advertencias y exigencias para que la funcionaria, que según ellos, estaba amenazando la democracia al invalidar la voluntad popular en las urnas, renunciara, así de sencillo.

Y luego se vinieron los bloqueos esporádicos, se sumaron otras organizaciones indígenas como algunas alcaldías indígenas, y todo terminó con un paro nacional, pero ojo, un paro impuesto no como una muestra de hartazgo social, un paro como los que se hacían en tiempo del conflicto armado cuando en zonas muy concretas del territorio nacional bloqueaban el tránsito. Aquel discurso de defensa de la democracia pronto mutó a un discurso de o están conmigo o en mi contra, y todo se vale en función de que renuncie la funcionaria, incluso destruir los medios de vida de cientos de miles de trabajadores. Esto ya no era una lucha cívica, era simplemente la muestra de cómo el partido a la sombra y con dinero de fuentes anónimas estaba poniendo toda la carne en el asador para lograr la impunidad, claro aquellos dilectos representantes de la ancestralidad no lo decían y se negaban a aceptar (no creo que haya habido medio tan objetivo como para habérselos preguntado).

Haré la historia corta, con el cambio de junta directiva en los 48 Cantones estuvieron los flamantes dirigentes políticos de Semilla presentes, a manera de agradecimiento por los bloqueos han prometido el oro y el moro, claro está nada de ministerios porque esos ya estaban comprometidos, entonces esto me lleva al inicio de esta columna. Esta organización comunitaria al igual que todas las demás de la misma naturaleza que participaron en los bloqueos de aquel oscuro octubre del 2023, formaban parte de una estrategia, la evocación del pasado terrible de las camisas negras fascistas en Italia, las camisas pardas nazis de Alemania o para hacerlo más cercano, de las bandas de manifestantes que defendieron a Álvaro Colom por las acusaciones por homicidio en su contra, o los que querían imponer la candidatura de Efraín Ríos Mont.

📷 Carlos Alonzo

Las organizaciones indígenas aliadas al partido han entrado en un proceso de descomposición política, al poner a la venta sus servicios de masa serán vistos como eso: masa, de ahí que no haya sido raro que no aparecieran representantes de los pueblos, como diría Sandra Xinico, en el gabinete propuesto por el presidente electo, claro está, ahora suponen que fueron los bloqueos y no la presión diplomática la que hizo posible la victoria, perdón un momento, he cometido un error acá y lo admito, la victoria supuestamente era de los votantes, así es, los que en su mayoría supuestamente eligieron al presidente, pero al parecer eso era endeble, de ahí que la violencia legítima de los bloqueos era necesaria y el pago posterior una obligación.

Estas organizaciones van a experimentar un proceso de declive, y es que cuando el dinero comienza a circular y deja de tenerse control sobre la ambición de los dirigentes…