Es verdaderamente triste el tener que admitir que entre todos los problemas que hay que tratar para arreglar el país, se convirtió en asunto de urgencia nacional el que el presidente hiciera una gira por el mundo entero (y no es exageración) pues la imagen de Guatemala se deterioró profundamente en todo el planeta. Hoy las noticias vuelan y llegan a cualquier parte en cuestión de segundos y la información que salió de nuestro país en los últimos 8 años no precisamente fue lo mejor de lo mejor.

Guatemala se abrió al mundo entero en el año 2015 cuando la ciudadanía salió a protestar a la Plaza de la Constitución para exigir la renuncia de la en ese entonces vicepresidenta Roxana Baldetti y más adelante mantuvo ese protagonismo cuando la ciudadanía abarrotó las calles para exigirle a Pérez Molina su dimisión. Ambos funcionarios fueron posteriormente detenidos y encarcelados por sus vínculos con supuestos actos de corrupción que los llevaron a guardar prisión preventiva. Luego se hicieron los juicios, todo esto a raíz de la presión ejercida sobre los funcionarios encargados de los organismos de justicia por parte de la población.

📷 Ban Vel

Los responsables de tantos actos de corrupción no han sido juzgados como corresponde, los procesos judiciales han sido extremadamente lentos y llevaron a muchos inocentes a prisión mientras muchos culpables ni siquiera fueron señalados, juzgados ni condenados. Hoy algunos culpables comienzan a recuperar prematuramente su libertad. Estamos hablando de funcionarios muy cuestionados durante el gobierno de Jimmy Morales, un presidente que en lugar de luchar contra la corrupción más bien inició una red de delitos incluso más grande que la que armó el gobierno que recién salió.

Para poder llevar a cabo toda esa persecución judicial en contra de los delincuentes instalados en el aparato estatal se contó con el apoyo estratégico de la comunidad internacional. Sin embargo, la reacción de las estructuras criminales no se hizo esperar y creó un ambiente de polarización a través del uso de un discurso que instaló las primeras ideas sobre injerencia extranjera, «vendepatrias» y funcionarios que se extralimitaban en sus funciones. Jimmy Morales comenzó a expulsar representantes de cuerpos diplomáticos y a pedir que cambiaran a representantes de distintas organizaciones, muchos países retiraron sus embajadas y se las llevaron a otros países. La «guerra contra la cooperación internacional» llegó al Congreso de la República desde donde mandaron a devolver donaciones de organismos internacionales que ya habían sido recibidas porque según ellos era seguir alimentando a la Cicig y la intervención extranjera.

A lo anterior habría que sumar todo lo que sucedió a partir de junio de 2023, el querer detener las elecciones en sí y desde la primera vuelta intentar anular a Semilla como partido para no dejarles participar en la segunda vuelta. Después incluso intentaron detener la elecciones hablando de fraude y tantas otras cosas que ya ni vale la pena volver a mencionar porque son ridículas. Lo  alarmante es que con eso casi consiguen realizar un golpe de Estado, aunque realmente no era tal, porque no había tomado posesión, si no la intención era romper el orden constitucional, el orden republicano, para truncar la transición y evitar que llegará al poder quien había ganado legítimamente las elecciones.

Se habló de fraude electoral cuando realmente se tuvo que hablar de golpe de estado, de intento de romper el orden constitucional, de no querer cumplir con la democracia, aquí realmente querían perpetuarse en el poder y esto hizo que el gobierno se enfrentara a la mayoría de la población, pero también que se enfrentara al mundo entero, llegando a recibir múltiples sanciones que nunca en la historia de este país habíamos tenido, ni siquiera durante la época del conflicto armado interno fuimos condenados por el mundo entero por obstruir la justicia, obstruir el cambio de gobierno, pero sobre todo, por querer burdamente no respetar la ley electoral y no respetar la voluntad de la población en las elecciones. No fue un trabajo sólo de estos seis meses recientes, no fue un trabajo del último mes, fue todo un gobierno que se dedicó a desprestigiarse y desprestigiar a nuestro país. Ojalá hubiera sido como en los viejos tiempos donde lo que Guatemala hizo fue aislarse, pero esta vez no había países en el mundo en que no se hablara mal de nosotros. Condena tras condena, sanción tras sanción, declaraciones tras declaraciones, medidas tras medidas se dieron en contra de funcionarios y aliados de los funcionarios.

La gira presidencial inmediata tenía dos fines o por lo menos debió tenerlos. Primero, dar gracias a la comunidad internacional por el apoyo que se dio, aunque hoy muchos lo consideren injerencia, el gobierno actual y quienes apoyan el sistema la transición saben bien que las fuerzas oscuras de este país son tan poderosas (y misteriosamente tan valientes) que si no hubiera sido por ese respaldo extranjero, en serio no hubiéramos tenido transición.

También había que hacer la gira para demostrar que quien ganó las elecciones es una persona totalmente diferente a lo que normalmente estábamos acostumbrados. Porque sin menospreciar a los presidentes anteriores hoy por primera vez tenemos un presidente que sí habla inglés y otros idiomas, que se sabe desenvolver precisamente en este campo, porque si en algún campo ha tenido experiencia Bernardo Arévalo es en ámbito internacional en el ámbito, él sabe vender el país que realmente somos, un país de gente luchadora y trabajadora, necesitada de tantas cosas producto la corrupción y el saqueo que lentamente se veía dando y que se aceleró en los últimos dos gobiernos.

Guatemala es un país pluricultural y multilingüe, pero que además ha tenido que aguantar los grandes embates de grandes delincuentes quienes haciéndose pasar por políticos se han aprovechado de toda la nación, un país que encabeza los índices de migración hacia el mundo entero. Somos un país lleno de gente trabajadora y honrada, en su mayoría campesinos de origen indígena, mestizos trabajadores acostumbrados a ganarse el pan día a día y que en la actualidad sufrimos con el avance del crimen organizado, del narcotráfico y de los grandes delitos como el contrabando, el coyotaje y la trata de personas, las consecuencias de todo lo oscuro que está atrás de ese poder

Estamos iniciando un nuevo camino que hará llegar a los guatemaltecos a donde verdaderamente pertenecemos y la gira presidencial fue un paso importante a la cual habría que darle la mayor publicidad correspondiente porque se hicieron convenios, tratados y compromisos que tendrán repercusiones de suma importancia en ámbitos económicos, financieros, de seguridad y de justicia. Incluso hasta el tema del deporte a nivel internacional, pues da vergüenza de lo que hoy somos y eso se manifiesta en un país que no puede portar su bandera, ni siquiera mencionar su nombre cuando compite a nivel deportivo en competencias internacionales, la vergüenza llegó a todos los niveles esperamos esta gira haya sido sólo el primer cambio una nueva imagen.