No es lo mismo jugar un papel de oposición en donde uno puede criticar absolutamente todo lo que está haciendo el partido de gobierno y sus funcionarios o cuando uno se encuentra en campaña política y puede ofrecer de todo, que estar de lado de la realidad, de la ejecución haciendo gobierno. Como ya se los dijo alguna diputada por ahí no es lo mismo verla venir que bailar con ella.

Apenas han transcurrido 15 días desde que el gobierno empezó a trabajar, funcionarios que recién toman posesión y empiezan a hacer un inventario de lo que encontraron, ya comienzan a darse cuenta que la transición es un proceso que realmente sirve para que le cuenten al nuevo solo lo bueno, todo lo malo se llega a ver hasta que toma posesión, hoy están en la etapa de encontrar que se llevaron el mobiliario, que se llevaron los archivos, que hay más personal del que debería de haber que el personal no es el más adecuado, que se gastaba más de la cuenta o que no se gastaba lo que se tenía que gastar, en fin aún están en etapa de ver qué fue lo que se encontró.

Elena Mota, diputada del bloque Movimiento Semilla 📷 Danilo de Jesús Ramírez

Ya empezaron a darse cuenta también que una cosa era estar en oposición, en donde los medios de comunicación y las redes sociales aplaudían casi cualquier cosa que dijeron, a estar haciendo gobierno, donde los medios de comunicación y las redes sociales aplaudirán lo que diga ahora la oposición. Inclusive vimos algunos opositores que guardaron silencio durante la época la campaña y ahora que ya fueron reelectos vuelven a sacar la cara y arrancan con la crítica correspondiente. Vendrá la crítica de los que esperaban ocupar un cargo público y no serán llamados para hacerlo y la de aquellos que los llamaron, pero a un puesto que no querían o que van a descubrir que el salario y las prebendas no son lo que esperaban.

Hoy los ojos de la población están encima de los que están haciendo gobierno y empiezan a recibir las críticas con cualquier persona que nombren y que tenga cualquier cosa en el pasado, porque a cualquier persona que nombren (para cualquier cargo) le escarbarán hasta lo más profundo de sus raíces para ver qué le encuentran.

Ahora es importante recapitular un tema importantísimo que recién se discutió en el Congreso de la República. Con mucho entusiasmo se venía preparando una ley para beneficiar a las clases pasivas del Estado, hablar de la tercera edad, de los jubilados y darle un merecido y necesario aumento a su triste pensión es una excelente idea y sobre todo una magnífica intención. Sin embargo, ya la bancada Semilla escuchó de su propio ministro de Finanzas que esto es completamente inviable, que ni siquiera alcanza para cubrir lo que actualmente se les da.

Álvaro Arzú Jr. y Samuel Pérez Jr. cruzan impresiones durante la 4ta sesión ordinaria en el Congreso de la República 📷 Danilo de Jesús Ramírez

Es necesario entender que quienes hoy aportan, aportan aproximadamente el 50% de lo que egresa para los que ya no aportan y sin el aumento que se pretendía dar. Con el aumento, los aportes actuales se convertirían en una cuarta parte de lo que habría que regresar para cubrir a quienes como ya mencionamos antes, se merecen y necesitan un incremento en sus pensiones, porque ya aportaron desde su trabajo por muchos años al Estado de Guatemala. Sin hablar de aquellos que no tuvieron ningún tipo de cobertura porque no aportaban ni en el Igss, que también la pensión es triste, más triste todavía que la del Estado o porque estuvieron bajo contrato en lo público y en lo privado.

Ya vimos cómo el nombramiento de la jovencita que fue detenida por los temas de la Universidad San Carlos está siendo duramente criticado y de una forma muy manipulada pues se critica la decisión aún sin conocer su capacidad y su trabajo y están de una  manera malintencionada uniendo dos salarios para decir que gana en exceso, el salario que tenía en el trabajo que había conseguido más el salario en el trabajo que ahora tiene, lo cual entendemos no es verdad, pues renunció al trabajo que tenía para ahora asumir sus nuevas labores, pero en todo caso no importa porque la gente no va a investigar y si investiga no va a aclarar, el golpe ya fue dado.

Quienes gobiernan estarán empezando a experimentar el calvario de recibir miles de llamadas telefónicas para pedirles empleo, su casa y su oficina se empezarán a llenar de folders con los expedientes de los currículum y ojalá estas carpetas fueras de aquellos que trabajaron durante la campaña o aquellos que se prepararon para hacer gobierno, pero no, son hasta de amigos que no tenían, de parientes que hace rato no veían y muchos de los que creen que se merecen estar en el gobierno porque lo han soñado, se han preparado, ni  siquiera conocen a nadie que pueda dar fe de esto, como para atreverse a contratarlos en algún lado.

Hay temas que hay que arreglar primero para enfrentar estos otros temas y es que si no se cambia la Ley de Servicio Civil, los partidos políticos y los políticos en general seguirán siendo conseguidores de empleo, intermediarios para conseguir una plaza y con la legislación actual no se permite ni siquiera tener la excusa como para  decir yo te ayudaría, pero no llenás los requisitos. Lo anterior incluye al Congreso de la República, porque como los diputados y diputadas son figuras públicas y con la política de puertas abiertas en el legislativo, allí las colas en las oficinas de los diputados de Semilla y de los diputados de la nueva junta directiva serán interminables, a esto se suma la fama que quedó, de que en el Congreso existen cualquier cantidad de plazas y se pagan salarios altísimos y si no hay un cambio en la Ley Orgánica del Congreso antes de seguir trabajando, pasar una iniciativa de ley, evitar las presiones de los trabajadores actuales, las presiones de los que ahora dicen haber ayudado en la campaña o haber fortalecido el sistema para evitar el golpe de Estado.

Antes de tomar posesión tuvieron que cambiar a una ministra y seguro tendrán que cambiar a varios cuando vean que realmente no están preparados para el cargo que les dieron. Pero lo más importante es que estén conscientes de que el apoyo que obtuvieron de los medios de comunicación, de las redes sociales y de la población en general se empieza a terminar, hoy empieza la crítica y no necesariamente constructiva, felicitar al gobierno no vende y no estamos hablando de anuncios en medios de comunicación, no vende imagen, no llama a la atención y al contrario, todo aquel que defiende el gobierno será criticado.

📷 David Toro

Ahora están del otro lado, del lado de cumplir las ofertas de campaña, del lado de tener que cumplir con las grandes expectativas que tiene la población, del lado de combatir realmente la corrupción y lo más delicado: del lado en donde todo el mundo tiene puesto los ojos para ver qué encuentra de malo y criticar. Ojalá los nuevos funcionarios estén conscientes de esto y los que ya fueron funcionarios y están de regreso recuerden que así ha sido siempre y así seguirá

El beneficio de la duda, dicen en Guatemala no es verdad, no lo dan y peor aún ya se creó una costumbre hablar del plan de los 100 días y en el 101 las críticas empezarán a empeorar y habrá que acostumbrarse a que lo bueno no se vea, en especial cuando lo bueno es para mediano y largo plazo, como debería de ser, pero el que realmente quiere hacer su trabajo, hacer patria, cumplir con su función no debe pensar en su imagen y en lo inmediato, en el qué dirán, si no en qué hacer para que este país vaya cambiando y que los cambios perduren, porque ya vimos pasar algunos funcionarios bien intencionados que lograron hacer algunos cambios y esos no duraron más allá del próximo gobierno que inmediatamente empieza por destituir a quienes venían trabajando en el gobierno anterior y como no hay cómo medir el trabajo de los que sí trabajan y cómo evitar el chisme de decir que, aquellos, aquel entró porque tiene esta o aquella relación con el fulano de tal o la fulana. Como dice la canción, entró aquí porque es amigo de una amiga de la novia de un general, o algo así, pero es importante tomar en cuenta que también es lo que pesa y hay empleados públicos que son despedidos por puros chismes y a lo mejor son los únicos que trabajan y el chisme lo riegan los que no trabajan.

Ahora están del otro lado, y no es lo mismo verla pasar que vivir con ella.