SIN TAPUJOS

Pretendía hacer algunas consideraciones sobre la encuesta que realizó la empresa ProDatos para Prensa Libre sobre las posiciones que obtuvieron los presidenciables, pero consideré más oportuno referirme al sondeo que se hizo al desgobierno de Alejandro Giammattei.

Antes que todo, no creo que Giammattei se sienta muy contento con el resultado de la misma, pues estar buscando por cuatro veces llegar a la primera magistratura de la Nación, y realizar un trabajo de lo más ruin, es inconcebible.

Nunca pensé que Giammattei llegara a esos grados de impopularidad, y que estuviera peor calificado y que rebasara a Jimmy Morales, eso ya es el colmo, y en lo más profundo de su ser, no creo que sea tan desfachatado en no aceptar lo que la encuesta dice sobre su gestión o será que simplemente se hace el pendejo.

Fotografía de David Toro

A mí no me sorprende ver la picada tan vertiginosa de Giammattei en relación a los últimos 4 exgobernantes calificados en las mismas fechas de su gestión presidencial así:

Álvaro Colom, en abril del 2011 tenía 11% de buena, 44% de aceptable y 45% de mala.

Otto Pérez Molina, en abril del 2015 poseía 13% de buena, 38% de aceptable y 48% de mala.

Jimmy Morales en marzo del 2019, obtenía el 8% de buena, 37% de aceptable y 55% de mala.

Alejandro Giammattei, en abril del 2023 tenía 3% de buena, 22% de aceptable y 75% de mala.

Todos los expresidentes con ciertas excepciones tienden a bajar su popularidad cuando van llegando a la culminación de su gestión, pero a Giammattei que le falta más de medio año para finalizar está en una posición muy pero muy baja que todos sus antecesores.

Y es que si nos damos tiempo para escuchar todos los ofrecimientos que hizo en campaña el gobernante, nos damos cuenta de que ninguno lo hizo realidad, incluso los que insinuó en su discurso inaugural. Además, en sus tres intentos para llegar a la presidencia, fue un duro crítico de los desgobiernos de Colom, Pérez Molina y Morales, tuvo el atrevimiento de decirles que mejor dejaran sus cargos porque no estaban cumpliendo con sus ofrecimientos, y él ahora, rebasó con sus promesas y cero cumplimiento, entre las que están el cierre de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad (SAAS), pero lo que se ha gastado a través de esa institución, es una increíble cantidad de dinero, además, se comprometió a sacar a Guatemala del Parlacen, y no movió un dedo para hacerlo, semejante descaro.

Recién asumida la presidencia, la pandemia del Covid-19 llegó a Guatemala, y gracias a ello, obtuvo una cantidad increíble de dinero, pero hasta hoy, no se sabe a ciencia cierta a dónde fueron a parar esos fondos que se le dieron, pues fue de los pocos países que no inoculó en su totalidad a la población por la mala o nula información sobre la misma, y una pésima negociación con Rusia que se pagó una gran cantidad de dólares para obtener las vacunas, tardándose una eternidad para que vinieran, y después gran cantidad de esas vacunas se tuvieron que tirar a la basura, porque caducaron.

Uno de sus mayores errores fue haber querido llevársela de muy listo al haber cooptado a todas las instituciones gubernamentales, incluyendo a los otros dos poderes del Estado (Legislativo y Judicial), porque la factura ya se la están pasando, y los actuales funcionarios cuando se encuentren en la llanura, su destino será ir a la cárcel por haber sido unos sometidos a los caprichos del gobernante, léase Ministerio Público, Contraloría General de Cuentas y también se incluyen a los magistrados de la Corte de Constitucionalidad y del Tribunal Supremo Electoral, que se han prestado para ser unos alfiles del mandatario olvidándose de la población.

Fotografía de David Toro

Esa persecución inmisericorde por parte del Ministerio Público en contra de periodistas, abogados, jueces, fiscales, etc., es porque el gobernante muy sutil pero autoritariamente, ha dispuesto el resquebrajamiento de las instituciones para que los serviles hagan lo que él ordena, pero haciendo aparentar que cada institución es independiente y responsable de sus actuaciones, en pocas palabras, lavarse las manos.

Estamos a escasos un mes y días para que se celebren las elecciones generales, habrá un primer y segundo lugar para que en agosto se realice la segunda vuelta, pero después de las elecciones, el poder del presidente decrece, y muy difícil que la aceptación de Giammattei suba, lo que nos indica que si ahora obtuvo solo el 3% de buena gestión y 75% de mala, cuando entregue la presidencia, estará bajo 0.

Cierro con esta máxima de Cicerón: “La honradez es siempre digna de elogio, aún cuando no reporte utilidad, ni recompensa, ni provecho”.

 

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