PARTICIPACIÓN POLÍTICA

Hoy haré una pausa sobre el tema relacionado con los pilares sobre los que descansa un partido político con ideología humanista, para compartir lo que considero acontecerá este año. La alegría y entusiasmo que nos mueve a decir “Feliz Año Nuevo” en unos tres meses será opacado por la saturación visual y auditiva, pues estaremos en plena campaña electoral.

Fotografía de Jeff Abbott

Sin duda las redes sociales serán invadidas por propaganda política, lo cual es válido porque tienen una alta penetración, su costo es bajo, se puede segmentar para diseñar contenidos específicos para cada grupo etario, u otro tipo de segmentación que se quiera hacer del grupo social destinatario de los contenidos de la propaganda. Sin embargo, éste medio viene a quitarle el último aliento de lo que se entiende por campaña política que por definición se refiere al proceso en el cual quienes se postulan como candidatos para acceder a un cargo de elección popular difunden sus propuestas con el objetivo de convencer a los votantes. La finalidad de estas campañas es seducir a los electores, influir en su decisión a la hora de emitir el sufragio.

Históricamente el político que hace campaña electoral, expone ante la población su proyecto de gobierno o sea lo que él haría si llegara ser el ganador de las elecciones, ahora bien, la exposición de un proyecto de gobierno no se logra hacer en menos de 5 minutos a través de un Tiktok, o de un video musical del partido. Un plan de gobierno debe abarcar las distintas áreas y necesidades de la sociedad, tales como: salud, educación, empleo, vías de comunicación, sistemas de producción, cómo impulsar la economía para que el Estado cuente con los recursos necesarios para atender las necesidades sociales. Es por esto que los políticos con buena retórica, con pleno conocimiento de la realidad nacional, que cuente con datos numéricos y estadísticos actualizados, que tenga la capacidad de hacer una lectura del entorno internacional, etcétera, será la persona con poder de convicción para atraer el voto de los ciudadanos, porque al final de cuentas su objetivo principal es convencer a cada individuo para que vote por él.

Por parte de la ciudadanía hay una realidad que favorece al político mediocre y es el hecho de que hay un porcentaje significativamente alto de votantes con edades de entre 18 y 30 años, estos son los que en abrumadora mayoría no les gusta leer, poseen pobre capacidad analítica, con anomia social, entre otras características, me pregunto con qué seriedad estarán tomando este período de historia crítica y que la decisión a tomar mediante su voto por uno u otro candidato hará que el futuro de Guatemala se empeore o que mejore.

Es imperativo velar por el contenido de la propaganda, exijamos a los candidatos que presenten su plan de gobierno, sobre todo que demuestre cómo financiar lo que proyectan realizar, porque cada gobierno de turno aumenta de manera desmedida la deuda externa y no digamos la deuda interna que eso nunca lo presentan. Mas que sacar los trapitos sucios del contrincante al sol, deben tomar el proceso con seriedad, tenemos que comprender que no estamos seleccionando santos porque nadie calificaría, desde luego que tampoco iremos al extremo de votar por el descarado, inescrupuloso y carente de valores morales.

No caigamos en la trampa de elegir por canciones, colores, actores o actrices, sino por quien nos gobernará durante cuatro años con liderazgo y sentido social, basta de seguir produciendo nuevos ricos a costa del erario nacional.