Estados Unidos, la Unión Europea, el G7 y la OTAN forman parte del bloque de países occidentales que tradicionalmente han tenido el control mundial de las relaciones sociales, comerciales y militares. Luego de la caída de la Unión Soviética y del bloque del Este surge el mundo unipolar, en que sin ningún tipo de oposición alcanzaron el control mundial.
Luego de tres décadas de hegemonía, surge una nueva fuerza internacional que no es militar, sino económica, no tan poderosa como la primera, pero constituye una fuerza, se trata del BRICS que por sus siglas incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, existiendo en la actualidad solicitud de otros países para ingresar a este club económico.
Se trata de un bloque económico debido a la cantidad de comercio que podrá mover, especialmente China ha ido generando influencia en la casi totalidad de países americanos y africanos, pudiendo con ello manejar foros internacionales como el Sistema de Naciones Unidas, donde cuenta con suficientes votos como para evitar que los primeros logren su cometido en algunos momentos.
Muchos son los países que dependen económicamente de China y tienen que votar en sintonía con esa potencia asiática, pero también son potenciales mercados para sus productos, mismos que en la actualidad se encuentran en la casi totalidad de países del mundo.
Esta nueva guerra fría, entonces está encaminada a priorizar las relaciones comerciales, en donde posiblemente Estados Unidos podría no estar del todo preparado, especialmente por la hegemonía que China está teniendo en imponer algunas modas especialmente en tecnología.
Con lo anterior, no digo que la hegemonía de China sea benévola, al contrario, creo que se trata de un imperialismo abrasivo que exprimirá a las naciones pobres mucho más que Estados Unidos y sus aliados. Ante ello siempre será importante que los países del tercer mundo puedan estar lo más unidos que sea posible, para hacer frente a esas potencias, sin importar si pertenecen a las que son lideradas por Estados Unidos o por la potencia asiática.
Para Guatemala no queda más que acercarse a Estados Unidos, sobre todo evitando lo que ha estado ocurriendo de enfrentar a esa potencia del norte, porque sin tener relación diplomática con China, como país no podemos correr el riesgo de quedar como un pedazo de tierra aislado sin relaciones con nadie.